El número de asaltos a personas aumentó en Quito

El 13 de marzo la Policía detuvo a dos presuntos asaltantes en la av. 6 de Diciembre. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El 13 de marzo la Policía detuvo a dos presuntos asaltantes en la av. 6 de Diciembre. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El 13 de marzo la Policía detuvo a dos presuntos asaltantes en la av. 6 de Diciembre. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Es miércoles 1 de agosto y el reloj marca las 13:11. Las cámaras de video captan el momento en que dos desconocidos abordan a un joven que llevaba USD 8000 en su mochila. En segundos se acercan, le apuntan con un arma de fuego y le quitan la maleta. El hecho se registra en un restaurante ubicado en las avenidas República de El Salvador y Portugal.

Ese día la víctima retiró el dinero de un banco, relató un familiar. “Mi hermano estaba con tres personas. Vino a almorzar al restaurante donde siempre lo hacemos. Aparentemente, por lo que pudimos revisar en las imágenes, esas personas lo seguían”. Luego, ellos se parquearon con las motos en contravía. Ingresaron al local con pistola, le apuntaron en la cabeza, rastrillaron, le arrebataron la maleta y huyeron.

Los policías llegaron al restaurante para tomar evidencias. Le indicaron al joven que se trató de un atraco de una banda de sacapintas; es decir, armados que roban a quienes retiran dinero de las instituciones financieras. Los uniformados han identificado a esta como una de las modalidades más violentas con las que grupos atacan y causan temor a sus víctimas. También hay otras como arranchadores, carteristas, asaltos y aturdimientos con sustancias.

Según datos del Departamento de Análisis de Información del Delito del Distrito Metropolitano de Quito, desde el 1 de enero hasta el 25 de julio de este año hubo 3 565 robos a personas. En ese mismo período del 2017 fueron 3 584.

La mayor cantidad fueron asaltos con 2 535 denuncias en este año. Uno de esos casos fue el de Alexandra H., de 33 años. La costurera tiene su taller en el barrio Monjas. Hace un mes, a las 22:00, ella cerró su local para dirigirse a su casa junto a su hijo, de 11. Cuando le faltaban unos 50 metros para llegar a su destino le abordaron dos hombres con una pistola. Le apuntaron en la cabeza y le arrebataron el celular y USD 100 que llevaba en los bolsillos.

La hora en la que fue atacada Fanny es una de las más peligrosas. La Policía señala que los horarios más proclives oscilan entre las 18:00 y 23:59. Los viernes son los días en los que hay más denuncias.

Los investigadores aseguran que los grupos delincuenciales prefieren operar en horas de la noche debido a que hay menos circulación de gente y pueden esconderse en la oscuridad. Aprovechan los viernes porque la gente sale a divertirse en centros nocturnos.

Roxanna O. sufrió un ataque el 17 de abril. Cuenta que al salir de su tratamiento contra el cáncer en Solca, en el norte de la capital, cuatro hombres la asaltaron en las afueras del hospital. Los individuos la abordaron con cuchillos y una pistola para robarle. La tomaron del brazo, la sujetaron contra un vehículo y la arrojaron al piso. Le quitaron USD 560 que llevaba y su teléfono celular.

En el Departamento de Análisis de Información del Delito se identificaron las zonas en donde se reporta mayor incidencia de robos a personas. El subteniente Enndy Herrera pertenece a esa dependencia y señala que el barrio La Mariscal es una de las zonas más propensas. Le siguen las inmediaciones de la U. Central, el Centro Histórico. Iñaquito, Jipijapa, parque La Carolina, el antiguo aeropuerto, en el norte.

La Policía ha determinado que los atracos son violentos cuando se cometen al interior de los buses de transporte público. El 2 de julio, seis personas que supuestamente pertenecen a una banda dedicada al asalto y robo de pasajeros fueron detenidas por los agentes del Distrito Eloy Alfaro, sur. El hecho se produjo a las 13:45, a la altura de San Bartolo.

El atraco ocurrió cuando una unidad de la cooperativa Latina circulaba en sentido norte-sur por la av. Maldonado. Los policías observaron que los pasajeros pedían ayuda y eran amenazados con armas blancas. Los desconocidos les pedían sus pertenencias bajo amenazas. Uno de los pasajeros incluso contó que se defendió con los puños para evitar ser agredido.

En otros casos existen grupos delictivos que se aprovechan de la congestión vehicular para atacar de forma agresiva. A las 18:30 del 11 de julio le robaron a una joven que se movilizaba en su Chevrolet Vitara en la avenida Simón Bolívar, a la altura de la Casa de la Selección, nororiente de la urbe.

Una señora observó cómo fue el hecho. “Dos desconocidos salieron de unos matorrales. Yo tenía las ventanas cerradas, porque estaba con mi esposo y mis dos bebés. En esos momentos, ellos comenzaron a pasearse entre los carros que estaban parados en el tráfico y observaban. Luego de unos minutos, se ubicaron junto al carro de la chica que tenía la ventana un poco abierta”.

De un momento a otro, agarraron el vidrio y lo bajaron con fuerza. Un hombre se introdujo por la ventana y forcejeó con la mujer para arrancharle el celular y la cartera. Luego salió del carro y huyó.

Suplementos digitales