Hace pocas semanas, a pocos días de la visita del papa Francisco, el concepto de quiteñidad fue retomado por el alcalde Mauricio Rodas.
Esto se expresó a través de un llamado a participar en la minga de la quiteñidad. Ahí se señaló que esta actividad refleja el carácter solidario de los quiteños.
Otro de los argumentos fue que el habitante de Quito tiene un afán permanente de trabajo colectivo, por el bien común y que (la minga) será una ocasión para manifestarse a favor de un “Quito limpio y digno”.
Este llamado coincidió con una jornada de protestas ciudadanas que tuvieron en la Tribuna de Los Shyris, el principal sitio de convocatoria y de reclamo.
Por fuera de esta coyuntura, queda pendiente un debate que aborde una definición de quiteñidad más contemporánea y moderna que tome en cuenta el crecimiento y desarrollo de una urbe en la que conviven cerca de 2,8 millones de personas.
Jaime Izurieta, Ana Almeida, Roberto Custode y Tamara Estupiñán se refieren a valores intrínsecos a la quiteñidad de hoy.
Se destaca el activismo social que se replantea en torno a la igualdad de género, al cuidado del ambiente, a los derechos de los animales, a una mejor convivencia; pero también al emprendimiento y a usar con mayor responsabilidad el automóvil.
‘Procuremos convivir con menos prejuicios’
Ana Almeida
Organizadora de la Marcha de las Putas
Quito es una ciudad que debería librarse de prejuicios en relación a las mujeres. Se libra de ellos poco a poco y cada vez más.
Hay mayor presencia de gente diversa y se la respeta porque se ha ido ganando un lugar desde la posibilidad de estar en el espacio público. Aquí se desarrollan marchas como la de las Putas y la del Orgullo Gay.
Pero persisten taras que vienen de la época de la Colonia. En relación con las mujeres hace falta tener unos referentes históricos reales. Manuela Cañizares no solo prestó la casa para las reuniones previas a la Independencia.
Dentro del programa Liceo Feminista, leímos una novela de Luis Zúñiga, ‘Manuela’. Claro, se sintió y se siente vergüenza cuando las mujeres somos rebeldes, irreverentes, no nos callamos.
Cuando denuncias cosas te preguntan por qué, la palabra de la mujer siempre es dudosa.
Pero hay avances, la ciudadanía cada vez se empodera más de temas.
No solo hay activismo de grupos feministas que buscamos igualdad entre mujeres, hombres y personas de la diversidad sexo-genérica. La naturaleza y los animales tienen derechos. Hay movimientos en torno a eso. El acceso a tecnología permite que nos convoquemos.
‘El emprendimiento, una nueva actitud de la urbe’
Jaime Izurieta
Urbanista
Esos valores convencionales como el coraje y otros que caracterizan a los libertarios fueron en un momento específico de la historia.
En el 10 de Agosto de 1809 hubo personas que se comprometieron con la ciudad.
Lo que rescato de Quito es que en la actualidad le damos valor al pensamiento individual.
Hay un movimiento de emprendedores que se sobrepone a las salvaguardias o a cualquier otra medida; que trabaja en una idea y que la desarrolla hasta conseguir los resultados que se esperan.
Es un nuevo valor en una ciudad a la que, generalmente, se vincula con la burocracia, donde la lógica general es trabajar con memos, informes, etc.
Mientras, la otra actitud, la del emprendimiento, se está despertando, está cobrando fuerza. Es el momento del descubrimiento, en el que la gente sabe que ser ambicioso sirve, genera resultados y, por eso, se arriesga.
Estamos rompiendo el cascarón y trabajando, por ejemplo, en aplicaciones móviles.
También hay un descubrimiento de lo que hay afuera. El tour de las iglesias lindísimo, pero es el mismo de hace 30 años. Hay chicos que regresan de becas y que traen el mundo a Quito y eso nos da nuevas perspectivas.
‘Un buen uso del auto y vigilar al transporte público’
Roberto Custode
Especialista internacional en movilidad
El tema de movilidad es una de las áreas en las cuales se puede palpar el compromiso que tiene el ciudadano quiteño con su ciudad. Actualmente debemos pensar que el tener un vehículo no es una marca de estatus o una comodidad para el usuario, es también una responsabilidad para con la ciudad.
Por lo tanto, deberíamos tener un uso racional del mismo o buscar formas alternas para movilizarnos.
Por otro lado, una de las fuentes más importantes de ruido en la ciudad es el flujo vehicular y dentro de eso está el abuso de la bocina del vehículo como un mecanismo para descargar la frustración que el conductor tiene porque está dentro de un tráfico.
Así que un uso racional del pito del vehículo es un elemento de construir sociedad y quiteñidad.
También sería positivo apropiarse de los sistemas de transporte público, cuidarlo y exigir una mejora permanente, la cual debe ser proactiva; o sea, que el ciudadano valore la calidad del transporte público y pueda hacer sugerencias oportunas y permanentes.
‘La reinvención debe ser parte de esa quiteñidad’
Tamara Estupiñán
Historiadora
Al quiteño y al quiteñismo hay que entenderlo, va más allá del concepto de tradición, es un sentido de la economía moral.
Defender lo nuestro, a nuestra ciudad y a nuestro espacio físico; todo merece respeto y a nosotros no nos pueden maltratar ni ofender. Entonces, sería beneficiosa una campaña de difusión para que se respete al ciudadano.
Al quiteño no le gusta que le maltraten, que le hieran, que le topen sus valores morales, que no son más que ciertos valores simbólicos que deben ser respetados y son imperceptibles.
Pero en el momento que se tocan esos valores, el quiteño empieza a resistir y a decir que no está de acuerdo. La sociedad de Quito es violenta y hay que tener cuidado.
Lo otro es que hay que hacer una propuesta para reinventarnos a nosotros mismos, sintonizándonos con lo que está pasando en el mundo entero, para fortalecer lo que identifica al quiteño de entre los demás. El componente más importante es el histórico, hay que preservarlo y difundirlo, sobre todo entre la juventud.