El pesado tráfico de Quito no se limita a las horas pico. Ahora se extiende a lo que antes se conocía como horas Valle. Esto muestra que el parque automotor sobrepasó las medidas restrictivas que buscan mejorar la movilidad en Quito.
Viviana Morocho, directora de Operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), analiza la situación del Pico y placa y su efectividad en el Distrito.
¿En cuántos puntos de la ciudad se ubican los controles del Pico y placa?
Trabajamos en 23 puntos: seis en el sur, siete en el hipercentro y diez en el norte. Están en los ingresos y en límites de la zona con restricción. Ahí se ubican brigadas en moto y a pie. Principalmente se hacen en El Condado, La Maldonado, Juan Bautista, Francisco Olmos, Mariana de Jesús y Mariscal Sucre.
¿Cuántos agentes se dedican a esa labor?
Específicamente, para el control de la restricción son 50 agentes, pero se debe saber que todos tenemos la competencia para realizar ese monitoreo.
La semana pasada se denunció que el sistema que utilizan los agentes para multar se cayó. ¿Es cierto?
El sistema que usamos se llama Axis, pero quien lo maneja es la Agencia Nacional de Tránsito. Nosotros solo lo usamos para registrar la falta.
¿Es común que falle?
No es común, pero suele pasar. Cuando eso ocurre, el agente busca a algún compañero que esté cerca para poder ingresar la multa. No dejamos de controlar. Cada agente tiene la aplicación en su celular.
¿El agente necesita acceso a datos para acceder al sistema?
Sí.
¿Cada agente costea su plan o la entidad les facilita?
Cada agente tiene su plan.
¿Cuántas sanciones por Pico y placa hay al día?
Entre 75 y 85 vehículos al día son ingresados a los patios. El vehículo debe ser ingresado a los patios por propios medios o si la persona requiere, por plataforma.
¿Hay algún día que usualmente haya más infractores?
Por lo general el viernes hay un leve incremento. Usualmente hay más infractores en la mañana. Y el sector con más faltas es el hipercentro, lo que tiene que ver con el Centro Histórico, El Trébol, la Plaza Argentina, el redondel de El Ciclista.
¿Cuáles son las principales excusas?
Algunos dicen que no son de aquí, que no conocen la restricción, que están yendo a un velorio, que es una emergencia…
¿En qué tipo de emergencia podría perdonarse la restricción?
La Ley no estipula excepciones por emergencia. Sin embargo, del lado humanitario, a veces los agentes colaboran cuando, por ejemplo, se comprueba que el conductor lleva a una persona a dar a luz, o al hospital. En ese caso nosotros facilitamos el traslado.
¿Este año, el número de sancionados por infringir la restricción es mayor que en años anteriores?
En este año, desde enero hasta finales de septiembre, fueron 12 204 sancionados. En 2021 hubo 4 577, y en 2020 fueron 4 606 sancionados.
Es decir, este 2022 van casi el triple de los sancionados que en el año pasado.
Así es, pero recordemos que en el 2020 y 2021 atravesamos una pandemia terrible. En esos años, la gente se cuidaba mucho y prefería no salir de casa. Los locales funcionaban con aforo reducido.
Ahora, en cambio, hemos regresado a la normalidad, por lo que la gente se mueve más y hay más carros en las calles. Y también más infractores. Si a eso le sumamos que en 2020 y 2021 muchísimas personas tenían salvoconducto (por lo tanto, no se les podía multar), se explica por qué la cifra aumentó tanto en 2022.
¿Tiene algo que ver el aumento del parque automotor?
Sí. Durante la pandemia las personas adquirieron más vehículos, en especial motos. Por eso se siente más tráfico en las calles. Hoy hay congestión en lugares donde antes no había. Y ahora están los buses escolares.
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