¿Qué hace un niño cuando le regalan un carro? Lo agarra con entusiasmo, le mueve las llantas, mira si se le pueden abrir las pequeñas puertas, se pone de rodillas y lo hace rodar. Incluso organiza carreras con otros para ver quién gana.
Eso es exactamente lo que hacen los coleccionistas de piezas miniatura que pertenecen al Club de Coleccionistas de Lujo de Autos de Escala del Ecuador. Son adultos, la gran mayoría tiene entre 35 y 45 años -los de más experiencia bordean los 70-, pero cuando de carros se trata, su niño interior toma el mando.
Sidney Calvopiña es quien está a la cabeza del club. No hay una cifra exacta del número de coleccionistas de este tipo en el país. Para tener una idea, la agrupación cuenta con más de 4 000 seguidores en Facebook a nivel mundial, y 1 500 en Ecuador, es decir, el 37,5%. Ser coleccionistas es uno de los requisitos para seguir la cuenta.
Sidney, de 56 años, empezó a coleccionar hace 48. Cuenta con 4 000 vehículos y sus favoritos son los Matches Box, que salieron en los años 50. De esos tiene 800. Su mimado se llama Chitty Chitty Bang Bang, es auto, barco y avión.
Calcular el precio de un auto de estos es complicado. Depende del interés del comprador y del país en el que esté, pero pueden llegar a costar más de USD 700 cada uno. Sidney no puede cuantificar cuánto ha gastado en autos: “Es como si me preguntaran cuánto he comido en mi vida entera”.
Los miembros se reúnen en restaurantes. Cada encuentro tiene una temática, conversan, muestran sus autos y maquetas. A veces intercambian carros y hacen carreras en pistas que llevan y arman. Antes de la pandemia, las reuniones eran frecuentes; ahora están tratando de retomarlas. Cada mes tienen eventos virtuales, como visitas a casas de coleccionistas.
En el grupo de Quito, que nació en 2016, no hay mujeres. Patricio Jaramillo, de 67 años, colecciona desde los 7. Su primer auto fue un Tonka, y actualmente tiene más de 3 000 miniaturas. Le apasiona todo lo relacionado con Batman. Tiene el batimóvil, la moto, el helicóptero y todas las figuras de la saga. Suman más de 1 000 autos solo relacionados con ese filme.
Cristian Gordillo colecciona solo Hot Wheels y una de sus aficiones es modificarlos. Les cambia las llantas, el color, les corta la carrocería, les pone luces… No puede decir cuánto ha invertido “porque la esposa lo demandaría”, bromea.
A Vinicio Rodríguez le gustan los autos de fórmula 1, de rally y las marcas como Porche, Mercedes Benz. Recuerda que de niño se guardaba la mesada para comprar carritos en un local.
Diego Mármol, de 50 años, colecciona autos antiguos desde los 18. Siempre ha querido un Mercedes real -admite- pero tiene 20 miniaturas de esa marca en su colección.
Para ser miembro se necesitan ganas de participar y de hacer amigos. Y, claro, tener al menos un carrito. Entonces puede adquirir el uniforme, la gorra, las pancartas y a jugar…