En el centro de gestión de la Movilidad trabajan cuatro entidades: la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, la Agencia Metropolitana de Tránsito, la Agencia Nacional de Tránsito y la Secretaría de Movilidad. Foto: EL COMERCIO
El choque no fue mayor. Los dos vehículos se rozaron en la avenida 10 de Agosto, por imprudencia de uno de ellos que rebasó por la derecha, pero los conductores malhumorados, bajaron de sus autos e iniciaron una pelea. Una cámara del Centro de Gestión de la Movilidad de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) captó esta situación y los golpes que se cruzaron. Precisamente desde el centro se llamó a la Policía para que controle la situación.
Escenas como esas se ven a diario a través de las 1 685 cámaras ubicadas a lo largo de la ciudad. De ellas, 1 500 son fijas y se encuentran en intersecciones semaforizadas. 185 son cámaras móviles, controladas desde el centro de gestión, ubicado junto al Parque Inglés, en San Carlos, norte de la ciudad.
La central recibe las imágenes y estas sirven, sobre todo, para monitorear, controlar y supervisar el tránsito en el Distrito. Es decir verificar incidentes en las vías, accidentabilidad etc. Las diferentes infracciones se van procesando y cuantificado a través de los diferentes departamentos.
En el centro de gestión trabajan cuatro entidades. Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, Agencia Metropolitana de Tránsito, Agencia Nacional de Tránsito y Secretaría de Movilidad.
Juan Pablo Lojano, director del departamento de Semaforización, asegura que lo más frecuente es ver peleas callejeras, sobre todo entre alumnos de distintos colegios. Las peleas entre conductores no se quedan atrás, esto por motivos como irrespeto a las señales de tránsito o choques menores. Las cámaras captan además accidentes de tránsito: volcamientos, atropellos, colisiones…
Pero, también son útiles en procedimientos policiales y legales. Lojano cuenta que se reciben solicitudes de la Fiscalía respecto a robos y asaltos para utilizar los videos como evidencia de los delitos. Así, las imágenes han ayudado a resolver casos. Otra de las situaciones frecuentes que ocurren es la captación de robo de autos.
La sala donde se reciben las imágenes de las cámaras de la ciudad tiene más una veintena de computadoras y doce pantallas en la pared frontal donde se registra en tiempo real el tránsito de la ciudad de Quito. Allí trabajan 45 personas en tres turnos. Ellos monitorean las calles. Con la ayuda de una palanca, mueven la cámara hacia la dirección que deseen.
Lojano advierte que las cámaras móviles tienen una secuencia de movimiento por lo que no siempre logran captar accidentes o hechos que ocurren en la zona, pero en el 70% de los casos, sí lo hacen.
En invierno, el trabajo de las cámaras se concentra, por ejemplo, en el estado de las vías. Se encarga de verificar que no ocurran inundaciones, sobre todo en los pasos a desnivel.
Durante el terremoto del 16 de abril, las cámaras captaron como luego del evento, las personas abandonaron a prisa los espacios públicos como centros comerciales o restaurantes y salieron rumbo a casa.
Desde allí, además, se supervisa eventos deportivos, marchas, desfiles, etc. y trabajan en conjunto con los agentes de tránsito para hacer desvíos por las zonas menos transitadas.