600 pruebas rápidas se realizan de forma aleatoria en barrios de la ciudad de Esmeraldas. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO
Diez de las 24 pruebas rápidas para detectar covid-19 dieron resultados positivos en el barrio El Arenal, ubicado en la vía al Puerto Pesquero Artesanal de Esmeraldas, en el norte de la ciudad de Esmeraldas. Los test se aplicaron la tarde del miércoles 3 de junio del 2020.
En ese populoso sector habitan unas 1 600 personas y se estima, de acuerdo con cálculos de los epidemiólogos del Municipio, que un 40% de los habitantes podría ser portador del virus.
Tras conocer el diagnóstico, la Alcaldía de Esmeraldas ordenó una fumigación y desinfección de ese sector para prevenir el aumento de contagios. La misma tarea se realizó en otro sectores donde se practica el mismo muestreo.
Este es uno de los 10 sectores de la ciudad de Esmeraldas donde hasta la tarde de ayer se habían tomado 300 pruebas rápidas aleatorias de covid-19, debido al reporte del Ministerio de Salud, que habla de contagios en más de 170 barrios de la urbe.
La Alcaldía dispuso las primeras 600 pruebas, que se ejecutan con el apoyo de 10 equipos conformados por tres personas.
Toda la información es enviada al Área de Salud Distrital, para que se tabulen los resultados y se establezcan los cercos epidemiológicos en las familias con casos sospechosos.
El médico Abel Ávila, coordinador del proceso de pruebas rápidas del Municipio de Esmeraldas, explicó que se han hecho pruebas en barrios de la parroquia urbana Esmeraldas donde se reportan más casos de toda la ciudad. Eso abarca a sectores ribereños como barrio Santa Martha, Isla Luis Vargas Torres y Pianguapí.
En la provincia se registran 91 muertes (56 en la ciudad) por covid-19, y 1 036 casos confirmados, de los cuales 597 están en el cantón Esmeraldas, donde hay 884 sospechosos y 112 recuperados. “El pico más alto de contagio lo esperamos hasta mediados de junio”, señala el director del hospital Delfina Torres de Concha, Robert Cedeño.
La alcaldesa de Esmeraldas, Lucía Sosa, precisó que pese a los llamados de atención a los habitantes de los barrios de la ciudad, poco se practica el distanciamiento social, puesto que se resisten a cumplir con las medidas de bioseguridad.
En al menos 10 barrios de la ciudad, las familias continúan reuniéndose para jugar bingos en la tarde y noche sin ninguna protección. Además, permanecen niños en compañía de sus padres que tampoco usan mascarillas.
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