Hacen falta pruebas para detectar el covid-19 y para dar el alta definitiva

El personal médico realiza pruebas rápidas de covid-19. Foto: EFE

Más de un mes ha pasado desde que la Cartera de Salud anunció que Ecuador ya registraba su primer caso de covid-19. Y hasta ahora no se han aplicado ni 10 000 pruebas de diagnóstico, más allá de la promesa de que próximamente llegarán 200 000, 10 veces menos de lo que aseguró la exministra Catalina Andramuño.
El déficit de exámenes ha hecho que hasta este miércoles 1 de abril del 2020 apenas se registren oficialmente tres pacientes recuperados. Para ello el virus ya no debe estar en el organismo, y eso se prueba con dos resultados negativos de test PCR (de reacción en cadena de polimerasa).
Una ciudadana holandesa, que reside en Ecuador desde hace más de 18 años, fue la guía turística del grupo en el que se encontraban sus compatriotas. Uno de ellos fue el primer extranjero, que llegó la segunda semana de marzo al Hospital Eugenio Espejo de Quito.
La guía y la esposa del paciente pasaron 20 días en aislamiento, en casas de salud de Lago Agrio y de la capital. Y cuando se pensaba podían estar recuperadas, les hicieron una primera prueba PCR que salió negativa. Como el Ministerio se demoró en aplicarles la segunda, intervino el Consulado de su país, que buscó un laboratorio privado. Así las dos mujeres ya debieran sumarse al listado de pacientes curados.
“Si hubiéramos esperado por las pruebas del Ministerio seguiríamos allá. Estoy feliz de volver a ver a mi hijo. La recuperación es fuerte en lo emocional”, comentó la mujer holandesa, que no tuvo síntomas.
Otra es la realidad de unos 60 pacientes, que estuvieron en hospitales de la Cartera. Y que recibieron el “alta clínica”.
Se trata de personas que ya no están en riesgo, cuyas viviendas fueron inspeccionadas y prestan las condiciones para el aislamiento en una habitación privada, sin contacto con otros, más que a la hora de pasarles las comidas porque aún pueden contagiar el virus.
Así lo explica Francisco Mora, coordinador de vigilancia epidemiológica e infectología del Hospital Quito Sur, del IESS. A 14 pacientes con covid-19, de 27 a 60 años, algunos con otras enfermedades crónicas, les dieron el alta clínica. Se les envió en ambulancias, con guantes y mascarillas.
Para dar el alta epidemiológica, no solo clínica, y asegurar que un paciente está recuperado, habría que aplicarle un test, el día 14 desde el inicio de los síntomas y del tratamiento. Si saliera negativo -anota Mora- se tendría que realizar un segundo, de confirmación.
“Es entendible que si hay pocas pruebas disponibles, se prioricen para diagnosticar, más que confirmar que alguien ya está curado”, opina Inti Quevedo, salubrista y exfuncionaria de la Cartera.
Esto porque -apunta- la vida de esos pacientes ya no corre peligro. Pero “el Gobierno sí requiere cortar la transmisión y para eso hacen falta más pruebas. Alguien debe estar al mando y negociar con proveedores. Otra persona, buscar ayuda internacional. Y que se pida apoyo a agencias de ONU para no solo decirle a la gente ‘Quédate en casa’ si no ‘reconoce si tienes los síntomas”.
Pero lo importante es detectar casos, coincide Alberto Narváez. Para frenar la pandemia en Guayaquil, en donde se concentra la mayoría de casos, es urgente, sostiene, instalar puestos de aplicación de pruebas rápidas en toda unidad de salud pública o privada, en mercados, paradas de buses municipales y puestos móviles en barrios más afectados.
Narváez es expresidente de la Federación Médica, catedrático de la Universidad Central y PhD en control de enfermedades. Un problema que identifica en el manejo de la emergencia ha sido la falta de planificación. Además, a nivel global, le parece que la OMS se demoró en avalar los test rápidos.
En países exitosos, señala Narváez, se han aplicado al menos 2 000 pruebas por cada millón de habitantes. Le preocupa que la pandemia en Guayas avanza a la fase cuatro, luego de la comunitaria. “En ella ya no hay capacidad de respuesta de servicios médicos”.
En Ecuador, advierte, hay unos 40 000 ingresos hospitalarios por neumonía y 6 000 muertes al año. “Aún podemos frenar la propagación del virus, con pruebas rápidas y tratando a los contagiados”.
Este miércoles 1 de abril, el viceministro Ernesto Carrasco respondió “no es que no hay pruebas (no precisó cuántas tienen). Los contratos están firmados. Comprendan que es una importación. Esperamos que en esta semana funcione la máquina para procesar 1 400 pruebas PCR al día”. Además el martes, Interlab, uno de tres laboratorios privados, suspendió la toma de muestras por falta de reactivos. En Synlab Solutions in Diagnostic procesan hasta 500 muestras diarias.
Santiago Aguirre, gerente, contó que ellos procesan muestras de otros 10 laboratorios más, entre ellos, Interlab. “Estamos sobre Colombia o Chile, en número de pruebas”.




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