El mercado de San Antonio está en el plan de mejoras de aseo. Foto: María Belén Merizalde / EL COMERCIO
El programa Mercados más limpios y sustentables busca eliminar las plagas, los malos olores y cambiar el aspecto de los centros de abasto en Quito. La iniciativa es impulsada por la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo).
Desde hace un año y medio los 54 mercados y ferias que tiene el Distrito Metropolitano de Quito han sido intervenidos para realizar una limpieza integral.
El proceso inicia con una gran minga, en la que los comerciantes deben sacar todos los tereques que han ido acumulando y generan un mal aspecto de su sitio de trabajo. Luego de ello los vendedores reciben una extensa capacitación sobre el manejo adecuado de los residuos y finalmente un equipo técnico especializado en limpieza realiza un barrido profundo y se sella con hidrolavado.
“La hidrolavadora tiene un caldero que expulsa agua caliente a presión y con ello se deja sanitizado el espacio”, explicó Antonio Sáenz subdirector de Diseño y Planificación de Emaseo.
Este proceso de lavado puede tardar media hora cuando se trata de mercados pequeños o puede extenderse durante dos o tres días cuando son de mayor extensión.
Según el funcionario esta limpieza integral se hizo hasta seis veces en cada mercado durante el 2016. “En este año tenemos un cronograma y tratamos de hacer las limpiezas cada 15 días y cada vez hemos tenido mejores resultados porque la gente ha comprendido que mientras más limpio luzca su mercado generan más ventas“.
En conjunto con las administraciones zonales también se efectúan procesos de desratización y control de plagas, uno de los últimos mercados en ser intervenido en este tema fue Chiiyacu, en el sur de Quito.
Cifras de Emaseo detallan que a diario se recogen 150 toneladas de basura de los 54 mercados y ferias de la capital, de las cuales un 90% corresponde a desperdicios orgánicos, por ello están trabajando en un plan piloto denominado Quito a reciclar orgánicos.
“Estamos capacitando para que los comerciantes aprendan a clasificar la basura y toda aquella que es orgánica pueda ser compostada y tenga una segunda vida para que pueda ser colocada en parques o espacios verdes como abono”, indicó Sáenz.
Este plan piloto se está trabajando con los mercados que generan mayor cantidad de desperdicios como el Mayorista, Chiriyacu, San Roque, Las Cuadras y Calderón.