Ruptura tenía previsto anoche inscribir a su binomio presidencial y convertirlo en el tercero de la tendencia registrado en el Consejo Electoral.
Para las 19:00 estaba programado el acto formal de entrega de la documentación correspondiente de la fórmula presidencial Norman Wray-Ángela Mendoza.
A diferencia de otras candidaturas, como la del presidente Rafael Correa, Ruptura optó por organizar un acto sencillo y sobrio.
De ahí que solo estaba planificada una breve intervención del candidato Wray, que junto a otros cuadros fundacionales de Ruptura fueron aliados del Gobierno, hasta enero del 2011.
En esencia, Wray tenía previsto resaltar que su candidatura es el inicio del camino hacia un alternativa democrática de izquierda.
Según adelantó el candidato, el eje de la propuesta de campaña de la lista 25 será la construcción de una sociedad que ofrezca igualdad de oportunidades con libertades. “Nuestro mensaje está dirigido a la gente. Diremos lo que tengamos que decir en el debate electoral y de ideas, pero no vamos a confrontar”.
De este modo, Wray descartó que la estrategia electoral de Ruptura esté dirigida a cuestionar las políticas del Gobierno.
Los cuestionamientos de cuadros como la asambleísta María Paula Romo se han enfocado a temas como la concentración de poderes desde el Ejecutivo, por ejemplo a través del control de la consulta popular.
La inscripción de la fórmula presidencial de anoche fue el primero de dos actos políticos importantes de Ruptura en la época de inscripción de candidatos.
Para hoy está previsto que la dirigencia nacional del movimiento registre las nóminas nacionales y provinciales de aspirantes a la Asamblea. La primera está liderado por el actual legislador y ex alcalde de Quito, Paco Moncayo. En cambio, las listas distritales en Pichincha son encabezadas por las asambleístas Romo y Betty Amores, una ex fundadora de A. País.
Un ex constituyente
En su breve trayectoria política, el cargo más importante que ha ejercido Norman Wray fue el de asambleísta constituyente en Montecristi. A ese cargo llegó en una de las listas de Alianza País.
Sin embargo, desde ese entonces, se visibilizaron las primeras fisuras con el gobierno de Correa. Él fue uno de los “infiltrados” que, según el Jefe de Estado, supuestamente se colaron en el bloque oficialista y que tenían su agenda.
En 2009 fue elegido concejal de Quito también por A. País, pero salió de ese bloque tras el fin de la alianza con el Gobierno.