Este martes 18 de abril se instalaron 177 mesas para el recuento de votos, en la cancha del coliseo Rumiñahui; 73 menos de lo que había previsto el CNE. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El recuento de votos culminó ayer, martes 18 de abril de 2017, a las 21:30, luego de una jornada de cerca de 13 horas en el coliseo General Rumiñahui de la capital.
El titular del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, se encargó de hacer públicos los resultados, luego de la sesión del Pleno.
El binomio Lenín Moreno-Jorge Glas alcanzó el 51,16% de los votos, versus el 48,84% del binomio Guillermo Lasso-Andrés Páez. Así se ratificaron los resultados electorales oficiales del balotaje del 2 de abril pasado, que dieron una ventaja al oficialismo.
La diferencia entre el conteo oficial y el recuento de ayer fue mínima; 0,01%. Las provincias donde más votos se corrigieron fueron Santo Domingo, Napo y Cotopaxi. Moreno incrementó 1 594 votos y Lasso disminuyó 439.
En total se revisaron 3 865 actas, equivalentes a 1 275 450 votos. “Este recuento, fue un proceso técnico histórico, impecable. Tal como en la segunda vuelta electoral se respetó la voluntad de la gente”, comentó Pozo durante su intervención.
Militantes de Creo-SUMA protestaron en los exteriores del coliseo Rumiñahui. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La audiencia había iniciado a las 08:50, en el Coliseo Rumiñahui, de Quito. Se comenzó por los votos de Pichincha (858 urnas), se siguió con las 756 de Guayas y con las 429 de Manabí. El proceso se llevó a cabo en orden descendente, según el número de actas impugnadas por Alianza País y la coalición Creo-SUMA.
Estaba previsto que haya 250 mesas para revisar los votos, pero por una falla de cálculo en el espacio se colocaron solo 177, lo que demoró más de lo previsto la jornada.
Esto sucedió por el gran número de personas que circuló por la cancha de baloncesto del coliseo General Rumiñahui: escrutadores, supervisores, coordinadores y otras autoridades del CNE, enviados del Instituto Geográfico Militar (IGM); observadores internacionales; militares y delegados de Alianza País. La coalición opositora Creo-SUMA no acreditó delegados para el recuento.
Durante la jornada participaron 620 funcionarios electorales, 25 del IGM, 24 observadores internacionales, 403 militares, 246 policías y 620 delegados de AP. Otras 985 personas se acreditaron por organizaciones de la sociedad civil, universidades, gremios… En total, unas 3 000 personas asistieron, según el Consejo Nacional Electoral.
Durante el recuento, dirigentes de AP -como Doris Soliz, José Serrano, Óscar Bonilla, Marcela Aguiñaga y Rosana Alvarado- aparecieron por el lugar. Sus aliados del Partido Socialista también los acompañaron.
El oficialismo llevó un minicentro de escrutinio propio al coliseo, que incluía seis computadoras en las que sus técnicos recibían las actas recopiladas por sus delegados y las ingresaban a su sistema.
El proceso fue transmitido en directo por la página web del CNE, sus redes sociales y varios medios de comunicación.
Para Marcela Aguiñaga, legisladora oficialista, la ausencia de la oposición fue una evidencia de la falta de madurez política y denotaba capricho. “Porque los resultados no son los que ellos quieren, ahora desconocen el proceso electoral”, afirmó.
La oposición no llegó al proceso oficial, como lo había advertido. Pero un grupo de simpatizantes se concentró en la avenida Ladrón de Guevara, a unos 200 metros del coliseo.
En el recuento hubo observadores internacionales, otros actores políticos y militares. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Ricardo Moncayo, legislador de Creo, lamentó que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) haya inadmitido el pedido de recuento total, pese a que la alianza opositora -según él- presentara las pruebas necesarias para que se abriesen todas las urnas e incluso se nulitaran las elecciones presidenciales. El movimiento Creo anunció que Guillermo Lasso se pronunciará en torno a los resultados electorales hoy por la mañana, en Guayaquil.
Militares estaban distribuidos por todo el coliseo y no solo vigilaban las mesas y los paquetes electorales, sino que también acompañaban a quienes transportaban las cajas desde las gradas hacia las mesas y viceversa. Había un uniformado por cada paquete que debía ser trasladado.
Luego debía retomarse la sesión del Pleno del CNE para proclamar los resultados. Luego, las organizaciones políticas serán notificadas nuevamente, aunque esta resolución también puede ser apelada ante el Tribunal Electoral.