Sentado a menos de 10 metros de distancia de Rafael Correa, Domingo Paredes resistió la arremetida presidencial contra el Consejo Electoral (CNE) que él dirige.
Casi al cerrar su Informe a la Nación en la Asamblea, el presidente Correa desenfundó sus municiones contra la autoridad electoral, a propósito del escándalo de las firmas irregulares en el proceso de reinscripción de las organizaciones políticas.
“Señor Presidente del CNE le invito a que me corrija, si estoy equivocado…”, desafió Correa a Paredes, frente a 600 asistentes, entre autoridades, embajadores y más invitados, en el Plenario.
Sin que Paredes tenga ninguna oportunidad de responder o refutar, el Jefe de Estado prosiguió en medio del acto solemne: “Debieron ser más cuidadosos. Alianza País podría enjuiciar al CNE por el daño que nos ha causado”.
Correa se refirió a los datos que el miércoles presentó el Presidente del CNE ante la Asamblea Legislativa. Ese día, Paredes reveló las cifras del proceso de revisión del 10% de firmas de todos los partidos y movimientos, cuyo resultado señaló que el oficialista Alianza País tuvo un 17,6% de rúbricas inválidas.
Esa cifra está en el promedio de firmas inválidas del resto de partidos, pero se sale del “margen de error” del 4% de rúbricas con problemas, como lo había señalado a finales de julio, dijo el Presidente.
“Pretenden hacer creer que mi movimiento (Alianza País) tiene menos del 50% de firmas válidas; es falso. Las versiones de prensa mienten; esta es una noticia que no va a salir”. Aunque dijo que “el gran error proviene del CNE”.
Según la teoría esbozada ayer por Correa, Paredes habría confundido los “votos válidos” con lo que realmente eran “votos validados”, durante su presentación ante el Congreso. Reiteró que Alianza País tiene cerca de 33% de firmas que no han podido ser confrontadas con una base de datos, con lo cual llegaría al 70 y 80% de firmas con validez jurídica.
Desde las curules, en las que se suele ubicar la oposición, Galo Mora, secretario ejecutivo de Alianza País, se puso de pie para aplaudir a Correa.
Lo mismo hicieron, casi automáticamente, los oficialistas Mary Verduga y Eduardo Paredes. “Alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”, gritaban otros gobiernistas: Hólger Chávez y Mao Moreno.
Domingo Paredes guardó silencio, sentado del lado izquierdo de Correa, en compañía de otras autoridades como Marcela Miranda (Consejo de Participación), Paulo Rodríguez (Consejo de la Judicatura de Transición), Ramiro Rivadeneira (Defensoría del Pueblo).
Correa machacó en su propuesta de que se revise el 100% de las firmas de las organizaciones políticas ya inscritas por el CNE.
Incluso mencionó que podría pedir una licencia a sus funciones de Presidente, para liderar la vigilia de ese procesos de verificación de los registros partidistas.
Sin embargo, Correa no precisó ni fechas ni tiempos en que podría solicitar ese permiso.
En su discurso, el Presidente atacó otra vez a los partidos, a los que acusó de supuestamente haber contratado empresas para recoger firmas. Ese discurso que se sintonizó con el del ex presidente Lucio Gutiérrez, quien también ayer pidió eliminar a los partidos que presuntamente compraron rúbricas (ver pág. 4).
Para ese momento, del lado de la oposición, solo estaba la asambleísta Cristina Kronfle, a quien saludó el vicepresidente Lenín Moreno, por la aprobación de la Ley de Discapacidades.
Domingo Paredes no se inmutó tras el duro discurso presidencial. Al salir de la Asamblea no se detuvo hasta llegar al auto que lo esperaba, pese a la insistencia de más de 20 periodistas que buscaban que respondiera a las críticas de Correa. “¿Hubo error?”, insistieron los reporteros, pero el titular del CNE solo dijo que no hubo error. Anunció que el martes hablaría, en el consejo consultivo con las organizaciones políticas.
Fernando Cordero, titular del Congreso, justificó a Correa, que en el epílogo de su informe sugirió expulsar a un grupo de asambleístas opositores, porque supuestamente abusan de la inmunidad. Sin nombrarlos dio a entender que se trata de Cléber Jiménez y Lourdes Tibán, Dalo Bucaram y Andrés Páez y Galo Lara.
La oposición
¿Betty Tola se queda o no? Los legisladores oficialistas, en off, comentaron sobre la posibilidad de que la Ministra de la Política deje su cargo por la aprobación de la reforma a la Ley de Héroes y Heroínas, que no habría gustado a Rafael Correa ni al ministro José Serrano.
“Abajo las galletas con gusanos”, que entregaron en las escuelas, respondió Jorge Escala, (MPD) y ex presidente de la UNE. Lo dijo al escuchar al ministro coordinador de Talento Humano, Augusto Espinoza, hablar de los avances en educación.
El informe a la nación duró más de cuatro horas. Su contenido apuntó a resaltar los logros de los tres años del segundo período de Correa. No hubo ninguna autocrítica. Los ministros coordinadores también hablaron.