La posibilidad de una reelección presidencial no parece tan improbable.
A pesar de que meses atrás el presidente Rafael Correa había dicho que él se retiraría de la vida política luego de que culmine su período de mandato en el 2017, ayer dijo que “todavía falta mucho por hacer” en el país.
Durante el enlace sabatino, el Jefe de Estado dijo que “mi cargo siempre estará a disponibilidad del pueblo ecuatoriano, pero hay cosas que todavía no hemos logrado superar con (…) una derecha que se nos introdujo en la propia capital y que espera captar el Estado. Y no podemos permitir que los mismos grupos de siempre vuelvan a dominarnos”, señaló.
Estas declaraciones se produjeron luego de que el oficialismo y sus aliados plantearan una reforma constitucional que permita la reelección indefinida del Primer Mandatario.
Según Fernando Cordero, miembro del buró político del movimiento Alianza País, el liderazgo de Correa está demostrado. “Si creen que nuestro proyecto está derrotado, entonces que nos ganen en las urnas en 2017”, dijo.
Este discurso lo repitió ayer Correa en la cadena semanal. Pero además, añadió que “todavía falta mucho por hacer para que este proceso sea irreversible y poder dejar a nuestros hijos un país sin tanta manipulación y corrupción, un país sin los poderes de siempre acechando para volver a dominarnos”, señaló Correa.
La asambleísta Ximena Ponce explicó que esta idea se había planteado con anterioridad, pero que “hoy toma fuerza”.
“La Constitución no está cerrada y existe la posibilidad de reformar uno o varios de sus artículos, mediante la aprobación desde la Legislatura”, explicó.
De acuerdo con la Constitución, para avanzar en un proceso de enmienda, existen dos vías legales. La primera, mediante la aprobación de la Asamblea Nacional, y la segunda, por referéndum ciudadano, según dijo Ponce ayer.
El tema también fue planteado por el Partido Socialista.