La oposición a Lasso no se perfila de forma fija

El exasambleísta y futuro ministro de Gobierno, César Monge, celebró en la Asamblea. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Con la recomposición de fuerzas al interior de la Asamblea Nacional, el presidente electo, Guillermo Lasso, pondrá a prueba la capacidad de negociación del Gobierno para hacer frente a la oposición.
Hay voces que ubican a Unes y al Partido Social Cristiano (PSC) entre las organizaciones que harán contrapeso al régimen, mientras que otros hablan de mayorías móviles.
En Unión por la Esperanza (Unes) se reconoce esa posición. Pabel Muñoz, legislador correísta, afirmó: “desde el inicio somos oposición, eso está claro, fuimos contrincantes en segunda vuelta”. No obstante, explicó que serán una oposición que apuntale proyectos positivos para el país.
“No hay duda en que nosotros seremos la principal fuerza de oposición, pero seremos una oposición democrática”. Agregó que el país demanda gobernabilidad, pero precisó que aquello dependerá de la gestión del Mandatario.
En el socialcristianismo, en cambio, se habla de que ‘no serán vengativos’, luego de que Creo no respaldara a la candidatura de la Lista 6 para la Presidencia del Parlamento. La jefa del bloque, Dayanna Passailaigue, aseguró que “no serán una piedra en el zapato” y que brindarán gobernabilidad.
“Vamos a apoyar siempre todos los proyectos que sean en beneficio del país. Nosotros vamos a responder como corresponde, estamos para beneficiar a la gente y eso jamás lo hipotecaremos”.
Para la analista política Rebeca Morla, el presidente Lasso logró construir una mayoría legislativa para nombrar autoridades, pero eso no garantiza un apoyo pleno, pues hay temas sensibles que pudieran no recibir el respaldo de los grupos de izquierda que han formado la nueva coalición.
“Entre esos están los económicos, lo que tiene que ver con presupuestos, los aranceles, temas de extracción, ambiente minería y demás, que son sensibles, dependerá si los partidos en general mantienen una actitud de querer sentarse a conversar y llegar a acuerdos”.
Esa posición fue ratificada por miembros de Pachakutik, movimiento que por primera vez preside el Legislativo, con Guadalupe Llori a la cabeza.
El legislador Salvador Quishpe aseguró que no existe un acuerdo con Creo y que el respaldo a Llori fue “espontáneo”. Dijo que apoyarán “todos los temas positivos para el país”.
Luego de que Yaku Pérez, su excandidato presidencial, abandonara el movimiento por un supuesto acuerdo “con la derecha neoliberal”, la dirigencia aclaró que el único acuerdo programático vigente es el que sellaron con la Izquierda Democrática (ID).
Cecilia Velasque, subcoodinadora de PK, participó en las negociaciones para elegir autoridades legislativas.
Reiteró que seguirán con la agenda acordada semanas atrás con la ID.
Para el docente y analista político Daniel Crespo, este escenario hace que no se pueda definir de forma nítida qué movimientos serán de oposición .
“La forma en que se están dando las cosas hace pensar que vamos a ver mayorías móviles, que van a fluctuar dependiendo de las agendas de los diferentes bloques parlamentarios”, dijo el experto.
Considera que hay temas dentro del plano económico, laboral e incluso de comercio exterior, en los que el Gobierno se va a encontrar con resistencia, pues están alejadas de las líneas programáticas, por ejemplo, de Pachakutik y la ID.
Frente a ese panorama tendrá un rol primordial el ministro de Gobierno y exasambleísta, César Monge, quien ya fue protagonista en las tratativas para elegir autoridades.
El Ministro será el enlace entre el Ejecutivo y Legislativo para alcanzar gobernabilidad.
Monge reconoció que una cosa fueron las conversaciones para designar autoridades, y otra serán los acuerdos para temas de fondo. Desde ya dice que promoverá el diálogo y están abiertos a escuchar.
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