Imagen de Julian Assange mientras abandona en un vehículo policial el tribunal de Southwark de Londres, el pasado 1 de mayo del 2019. Foto: EFE
La defensa del australiano Julian Assange presentó este lunes 13 de mayo del 2019 en la Fiscalía General de Ecuador la oposición a la diligencia de incautación de pertenencias del fundador de WikiLeaks, prevista para el próximo 20 de mayo del 2019 en Londres.
El abogado Carlos Poveda -del equipo de defensa del australiano en Ecuador-, dijo que deberán esperar las 48 horas que establece la ley para conocer la decisión de la Fiscalía.
Y mostró su preocupación por el corto tiempo que tienen para gestionar el visado al Reino Unido en caso de que la oposición presentada este lunes no prospere.
“Hemos pedido que se rectifiquen estos procedimientos. Nos oponemos a que se dé el día lunes sin los mínimos jurídicos que, al menos nosotros, hemos establecido”, comentó a la salida de la Fiscalía al opinar que, al menos Assange, debería estar presente durante la diligencia de incautación.
Poveda recibió el pasado viernes 10 de mayo del 2019 la notificación de la próxima realización de la diligencia de “incautación de evidencias y pertenencias, y al reconocimiento en el interior de la embajada”.
Según conoció el letrado, esa diligencia fue autorizada por un juez el pasado 1 de mayo, y la falta de notificación de ese hecho es uno de los argumentos para impugnar el procedimiento del lunes venidero, según dijo.
La defensa de Assange ha señalado su desconfianza sobre la cadena de custodia en la embajada y se ha mostrado extrañada porque la Cancillería no ha atendido su petición de entregar los videos captados en el interior de la legación desde el pasado 11 de abril, cuando Ecuador dio por terminado el asilo de Assange y fue arrestado.
Carlos Poveda, integrante del equipo jurídico de Assange en Ecuador. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
Poveda supone que podría haber ocurrido alguna “implantación de evidencias, que podrían ya haber sacado evidencias”, especuló.
Por otra parte, insistió en que Assange sigue siendo ecuatoriano al no haber aún un pronunciamiento de un juez sobre la nulidad de la carta de naturalización del australiano.
Y por ello argumenta que si la legislación ecuatoriana no permite extraditar a un nacional a un tercer país donde haya pena de muerte o perpetua, “tampoco las evidencias pueden ser trasladadas”.
De acuerdo al abogado, la diligencia del día 20 se enmarca en una cooperación judicial y una asistencia en materia penal internacional “que ha pedido Estados Unidos, que se viene realizando ya desde el anterior año” y que la defensa suponía cerrada.
Y aunque el domingo 12 de mayo Poveda sostuvo que de darse la incautación, las pertenencias de Assange serán entregadas a Estados Unidos pues se trata “de una cooperación internacional” solicitada, este lunes dijo desconocer si ello efectivamente ocurriría.
El pasado 2 de mayo, Assange, detenido en el Reino Unido, rechazó su entrega a EE.UU. al defender ante un tribunal de Londres su apuesta por un periodismo “que ha protegido a muchas personas”.
Assange, de 47 años, compareció ese día por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster durante unos 10 minutos, en el arranque de su batalla legal contra la extradición a EE.UU., que le reclama por supuestamente haber conspirado para presuntamente interceptar ordenadores del Pentágono.
Lo hizo desde la prisión de alta seguridad de Belmarsh, un día después de que otro tribunal londinense, el de Southwark, lo condenara a una pena de 50 semanas de cárcel por haber roto en 2012 las condiciones de su libertad condicional.
Assange infringió las condiciones de su libertad condicional cuando el 19 de junio de 2012 se refugió en la Embajada de Ecuador de Londres para no ser entregado a Suecia, un país que lo requería para interrogarlo por presuntos delitos sexuales, que él ha negado.
Después de agotar todos los recursos legales, solicitó ayuda al anterior Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa y permaneció refugiado en su legación en Londres durante casi siete años.
El australiano siempre sostuvo que tenía miedo de que, si era llevado a Suecia, ese país terminase entregándolo a EE.UU., donde temía por su integridad física y por su vida.
Respecto a la decisión de este lunes 13 de mayo de Suecia de reabrir el caso contra Assange dos años después de cerrado, Poveda se mostró sorprendido y consideró que complicaría la posible extradición a Estados Unidos al surgir un problema legal denominado “reextradición”
Ello porque Suecia también podría pedir la extradición “y habría un conflicto entre Estados Unidos y Suecia, y quien tendría que dirimir sería, básicamente, el Reino Unido”, apuntó.