El precandidato presidencial Lenín Moreno en la Plaza Belmonte el miércoles 26 de octubre del 2017. Foto: Paul Rivas Bravo / EL COMERCIO
El exvicepresidente y actual candidato a la Presidencia Lenín Moreno dijo este jueves 27 de octubre del 2016 que cree que no habrá necesidad de hacer observaciones al borrador de informe de Contraloría sobre el dinero que se usó para su estadía y trabajo en Ginebra, como enviado especial del Secretario de Naciones Unidas para temas de Discapacidad y Accesibilidad.
Moreno señaló: “todo lo he presentado con una claridad meridiana, pero si hay que presentar pruebas adicionales, siempre estaré dispuesto a ello”.
Según Moreno, todo se hizo “muy bien, todo en orden, todo correcto, como debe ser” y aclaró que durante los tres años en los cuales desempeñó ese trabajo hubo solo una asignación de alrededor de USD 1,6 millones y que “ni siquiera la primera asignación se acabó en su totalidad”.
Según el candidato por Alianza País, se gastó “un poquito más de un millón en todo el periodo de tres años en manejar lo que es la oficina del enviado especial en Naciones Unidas. Esa es la verdad”.
Moreno agregó que Ginebra es, probablemente, la ciudad más cara del mundo y que junto a Ban Ki-moon decidieron que su trabajo debía realizarse allí porque esa urbe es considerada “la capital de Derechos Humanos del mundo, allí están las 40 organizaciones” que se dedican a esta rama. “Si se quiere hacer un trabajo bien hecho, hay que ir al sitio en donde se debe tratar con todos ellos”.
Moreno agregó que, por delicadeza, entregará la próxima semana un informe a Ban Ki-moon “y luego lo conocerán ustedes”, dirigiéndose a la prensa.
El ex Vicepresidente hizo estas declaraciones al finalizar una reunión en el Hotel Quito, en el norte de la capital, en donde recibió el apoyo de un gremio de taxistas, que dijeron que votarán por él. Moreno dijo que escucharía sus propuestas y que se convertirían en sus “asesores”.
Agregó que el Gobierno de Alianza País los “ha ayudado mucho” con temas como el Plan Renova o Taxi Seguro y ofreció seguir trabajando en mejorar sus condiciones de trabajo.
La reunión se llevó a cabo en la misma semana en que la Fenacotip (Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador) anunció que congelaba sus relaciones con el Gobierno y ya no quiere más reuniones con ministros, directores y asesores, sino con el presidente Rafael Correa.
Los transportistas reclaman una deuda por el subsidio de parte del costo del pasaje de la población vulnerable, que según sus cálculos ha llegado a USD 66 millones desde el 2014.
Al respecto, Moreno explicó que el país está en periodo de crisis y recesión y al tiempo que el país se recupera, se cumplirán los asuntos pendientes. Agregó que debe haber acuciosidad por parte del Gobierno para pagar lo que se debe y que los transportistas deben “aprender a tener un poco de tolerancia y esperar. Sabemos que es difícil, pero lo vamos a cumplir en su totalidad”.