Guillermo Lasso, líder de Creo. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Guillermo Lasso, líder del movimiento Creo, apoyó algunas decisiones adoptadas por el Gobierno para afrontar la pandemia del coronavirus en el Ecuador. En un video publicado en redes sociales la noche del martes 24 de marzo del 2020 también hizo una llamado a tomar medidas urgentes para paliar la crisis que viven las familiar por no poder trabajar. Planteó cinco propuestas:
1. Facilitar de manera gratuita, para todos, los exámenes del coronavirus, porque esa es la primera medida que permite controlar la pandemia y conocer la dimensión y el tamaño de la crisis.
2. Ampliar la cobertura del Bono de Desarrollo Humano, para que su beneficio sea entregado a la totalidad de las familias, hoy completamente desamparadas.
3. Que todos los trabajadores del sector salud reciban un bono adicional a su salario. Ellos son nuestros héroes y debemos apoyarlos.
4. Se debe logar una prórroga en el pago de servicios básicos, como agua, luz y teléfono. Se debe ampliar la exención del IVA en los productos de uso cotidiano y la liberación de aranceles para abaratar el costo de la vida.
5. Debemos crear incentivos a la contratación temporal e impedir en las grandes empresas en los próximos 90 días.
Video: Youtube, canal: Guillermo Lasso
A continuación la transcripción textual:
“Estamos viviendo momentos de angustia que nos obliga a todos a quedarnos en nuestros hogares, estamos protegiendo lo más valioso que nos ha dado Dios, nuestras vidas. Estamos protegiendo la vida de nuestros mayores, de nuestros hijos, de nuestros nietos y de todos los miembros de nuestras familias.
Hoy el coronavirus ataca a la gran mayoría de ciudadanos del mundo y se ensaña especialmente con nuestros mayores, sabemos que la mejor manera de protegernos y protegerlos a ellos es quedarnos en casa, no expandir la epidemia. Sabemos que debemos seguir al pie de la letra las recomendaciones sanitarias que nos hacen la Organización Mundial de la Salud y los profesionales ecuatorianos de la salud.
Sin embargo, debemos hablar con valentía, debemos hablar con la verdad. Esta crisis no es solo de salud pública. Esta crisis impactará con especial dureza a los que hoy viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Millones y millones de ecuatorianos y no podemos olvidarnos de ellos. Los ecuatorianos somos un pueblo creyente. Seguramente nos encomendamos a Dios con fe y esperanza. Sé que vamos a seguir los consejos de las autoridades y de los expertos. Sin embargo, esto no es suficiente.
No es suficiente para aliviar la angustia de seis de cada diez hermanos ecuatorianos que no tienen un empleo formal. No es suficiente para los trabajadores informales, no es suficiente para las madres solteras que deben salir a buscar comida para sus pequeños hijos. Sería inhumano y completamente inaceptable que la sociedad ecuatoriana abandonara a nuestros hermanos que hoy más necesitan de nuestra ayuda. Las medidas adecuadas de aislamiento implementadas por el Gobierno para proteger nuestra salud son necesarias.
Pero no olvidemos esto, son al mismo tiempo, medidas que paralizan por completo la economía de sus familias, y estamos hablando de 4 millones de familias ecuatorianas paralizadas. Familias a las que no se les da alternativas. Familias a las que ya ni el dólar diario les alcanza, familias que luchan y pelean contra esta epidemia y ses sienten desamparadas. A lo largo de mi vida he manejado muchas situaciones difíciles y he aprendido que las crisis son una oportunidad cuando se las sabe afrontar.
Es por lo que, además de las medidas ya adoptadas, debemos tomar otras que impidan que la ‘Herida social’, que ya existe en el Ecuador, se profundice. Que evite otro estallido social que genere violencia que aseguren nuestro futuro.
Yo ya estoy haciendo mi parte. Desde el martes de la semana anterior y junto a la Iglesia Católica apoyamos el banco de alimentos, con un solo propósito: Llevar comida a los qué más lo necesitan. Todos debemos hacer nuestra parte, pero los que más tenemos debemos hacer un esfuerzo mayor. Hasta donde podamos. Hasta que podamos. Hoy nuestra patria está enferma. Ya hablaremos de la recuperación de la economía, hoy toca la recuperación de las familias. Cuando la amenaza es más grande, debemos cuidar lo esencial: la vida.
Debemos creer lo que nos dicen. Queremos creer lo que nos dicen. Todos queremos salir de esta situación, pero así no es suficiente. Por este motivo propongo de carácter urgente la implementación inmediata de las siguientes medidas:
1. Facilitar de manera gratuita, para todos, los exámenes del coronavirus, porque esa es la primera medida que nos permite controlar la pandemia y conocer la dimensión y el tamaño de la crisis.
2. Ampliar la cobertura del Bono de Desarrollo Humano, para que su beneficio sea entregado a la totalidad de las familias, hoy completamente desamparadas.
3. Que todos los trabajadores del sector salud reciban un bono adicional a su salario. Ellos son nuestros héroes y debemos apoyarlos.
4. Se debe logar una prórroga en el pago de servicios básicos, como agua, luz y teléfono. Se debe ampliar la exención del IVA en los productos de uso cotidiano y la liberación de aranceles para abaratar el costo de la vida.
Hay gente que en este momento ya no tienen ingresos porque viven del día a día. Debemos tomar medidas urgentes porque no podemos dejar que esta crisis sanitaria desemboque en un colapso social, donde sufran más los de siempre, los que menos tienen.
5. Debemos crear incentivos a la contratación temporal e impedir en las grandes empresas en los próximos 90 días.
Y ahora quiero dirigirme a todos los ecuatorianos. Quiero decirles algo, porque esta enfermedad no distingue colores políticos. Esta enfermedad no distingue entre ricos y pobres, esta enfermedad no distingue credos, esta enfermedad nos ataca a todos. Por eso, a todos quienes tenemos la obligación cívica, la capacidad política y los recursos económicos necesarios para contribuir a la solución de esta crisis les digo: Unámonos. Unámonos el sector público y privado. Unámonos el Gobierno y los ciudadanos. Unámonos por un mismo objetivo. Unámonos por Ecuador. Para sanar nuestra patria, para sanar nuestro país.
Hoy enfrentamos un enemigo, como nunca antes había enfrentado. Hoy más que nunca estamos en la obligación moral de proteger a nuestra gente. Hoy es el momento de reforzar las medidas preventivas, que la sociedad ha asumido con entereza y valentía, con otras medidas urgentes de carácter económico que nos ayuden como sociedad a mitigar los duros efectos de la crisis en la población más afectada.
Los acreedores pueden esperar. Los que no pueden esperar son los ciudadanos, los ecuatorianos que debemos cuidar nuestras vidas. Los que no pueden esperar, son nuestros trabajadores, nuestros mayores.
Sé que están asustados. Sé que es mucho más duro de lo que pensaron, sé que están cansados y angustiados. Yo también lo estoy. Pero los jefes y jefas de hogar debemos ser fuertes, somos el puntal de nuestras familias. Cuando todo vaya mal, cuando todo sea difícil, cuando todos busquemos un líder, nosotros seamos ese líder. El líder de las familias ecuatorianas, es el momento de mirar al frente, es el momento de dar un paso más, un esfuerzo más, un impulso más, porque vamos a resistir como siempre lo hicimos, porque creo en cada uno de ustedes, porque los he visto luchar y aguantar en otras ocasiones, porque cuando todos los demás han renunciado, el pueblo sigue dando pelea.
Unidos por nuestros médicos, unidos por nuestros enfermeros y enfermeras. Vamos a resistir, unidos por nuestros trabajadores y pequeños empresarios, vamos a resistir, Unidos por nuestros mayores, nuestros hijos, nuestros nietos, unidos resistiremos. Unidos resistiremos por Ecuador. Que Dios bendiga al Ecuador”.