María Fernanda Espinosa, embajadora permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas en Ginebra, es militante de Alianza País. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
María Fernanda Espinosa, embajadora permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, explica la situación del ex vicepresidente Lenin Moreno como enviado especial del Secretario General de la ONU.
¿Cómo funciona el financiamiento de Lenin Moreno como enviado especial del Secretario General de la ONU en Ginebra?
Los Estados aportan de dos maneras: con cuotas obligatorias de acuerdo a su nivel de desarrollo y a través de las contribuciones voluntarias. Eso se hace cuando determinan las prioridades de su política exterior y hacen aportes para avanzar en una agenda. Por ejemplo, para los países nórdicos el tema de los derechos GLBTI es importantísimo y aportan y financian a los relatores y programas para que la agenda avance.
¿Es el caso de Moreno?
Estas contribuciones voluntarias se hacen de dos formas, se entregan los fondos a la ONU para que dentro de su esquema administrativo financiero opere el fondo, o también lo puede hacer el Estado directamente. El enviado especial, Lenin Moreno, tomó la decisión de no acogerse a los parámetros administrativos financieros de la ONU, aunque es un funcionario del sistema; pero sí se acoge a los de Ecuador, a todo el manejo financiero administrativo de la Cancillería. Por lo tanto se acoge a los estándares salariales de una misión diplomática. Y ese fondo se administra de ese modo. Cada año reporta el uso financiero a la Cancillería, hace informes financieros y de gestión para el Estado y para el Secretario General de la ONU.
¿Por qué no se acogió al sistema administrativo de la ONU?
Por dos razones. Primero porque la ONU cobra costos de administración y segundo porque los rangos salariales de la ONU son muy altos para los estándares ecuatorianos. Lo que gana un Secretario General Adjunto de la ONU es muchísimo dinero. Y prefirió ganar lo que gana un embajador ecuatoriano.
¿Cuánto gana el Enviado Especial?
Cuánto gana no puedo decir, porque no está en el rol, porque maneja este fondo especial; pero se acoge a todos los estándares remunerativos y de operación de nuestras misiones en el exterior, que funcionan de acuerdo a un coeficiente. Y los recursos que ha conseguido para Ecuador con sus contactos, con su rol, deben ser muchas veces más de lo que recibe del Estado para el fondo del Enviado Especial.
¿Es por eso que no consta en la nómina de la Cancillería?
No puede constar en la nómina porque no es una persona contratada por la Cancillería, el tiene un cargo y nombramiento de la ONU y el aporte para la operación de su trabajo lo hace el Estado ecuatoriano. Eso es perfectamente natural. Hay cerca de 30 enviados especiales en la ONU en distintos temas y que operan más o menos de la misma forma.
¿Quién desembolsa el rubro para cubrir el trabajo de Moreno?
El Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero esto va en la lógica de las contribuciones, el Estado ecuatoriano aporta anualmente a la ONU, a más de 100 organismos. Es un pago anual pero va a cada programa directamente. Lo hacen todos los países del mundo. Aquí no hay ninguna magia, me parece que hay bastante mala fe.
¿Cancillería es la responsable de transparentar la inversión anual que se hace en el caso de Moreno?
Por supuesto. Yo diría que es más o menos el aporte que hace Cancillería para mantener cualquier misión en el exterior. Las misiones recibimos rubros y hay unas normas de procedimiento financiero, esos sigue la oficina del Enviado Especial del mismo modo.
¿Esa oficina es similar a la de una sede diplomática?
No, es una operación mínima que tiene el Enviado Especial para todas las actividades que hace. Lo que es curioso es que haya tanto interés en saber cuándo se sienta, cuándo se para, cuánto cuesta, y nadie diga algo sobre lo que está haciendo, sobre el aporte, no solo para el Ecuador, sino al mundo entero. Para mí es un orgullo como ecuatoriana y embajadora el trabajo monumental que ha hecho con la OIT, la UNESCO, la OMS, la reproducción del modelo ecuatoriano en otros países.
Es la falta de transparencia la que ha causado los cuestionamientos…
Y me parece que alguien de la oposición, como estamos en periodo preelectoral, quiere dañar la imagen de una de las más altas figuras de la Revolución Ciudadana, pero el pueblo conoce muy bien a Lenin Moreno y sabe lo que va a seguir haciendo por el país.
¿De la oposición o de las filas de Alianza País que apoyan a otro candidato del oficialismo?
Yo soy militante de AP, de lo que entiendo no hay dos precandidatos, hay varios, varias personas, que incluso han sido mencionadas por el presidente Rafael Correa. Hay personas con legítimo interés, incluso algunas sin interés pero que tienen una gran aceptación de parte de la gente. Eso se decidirá el 1 de octubre.
La confusión inició con la negación del canciller Guillaume Long sobre la manutención de Moreno.
Hay que considerar que el canciller Long acababa de llegar al Ministerio y no conocía el tema, porque no es algo que nos ocupa en el día a día. Pero un personaje político de la oposición fue a la Contraloría a decir que hay que hacer un examen especial y creo que ese es el camino adecuado.
¿En Ginebra tiene oficina y personal que trabaje con él?
Eso debería responderlo la Cancillería. Yo estoy hablando como embajadora del Ecuador ante la ONU y veo el trabajo que hace. No veo por qué es tan importante, vayan a ver cómo trabajan los otros enviados especiales. Creo que lo importante es que Ecuador es un país ahora en el escenario internacional y Moreno ha hecho un cambio importante en la vida de miles de personas. Si quieren verlo con un lente negativo lo pueden ver, pero eso es la miseria humana a veces y es claramente un escenario preelectoral.
¿Hay algún otro funcionario de nuestro país con ese rango?
Es el único, pero se va a empezar a mirar al Ecuador en otros ámbitos y quien quita que en el futuro pueda haber otro.
¿La hija de Lenin Moreno sigue trabajando en la misión diplomática ecuatoriana en Ginebra?
No. Trabajó ahí. Pero es una pérdida tremenda porque es una funcionaria de altísimo nivel. Fue rotada por pedido del propio Canciller a Nueva York porque desde ahí se está manejando la conferencia de Hábitat y hay otros temas de gran interés en nuestra misión allá. Ella fue como cualquier otro funcionario que en cualquier momento lo pueden trasladar. Yo me quejé mucho, ella manejaba los temas de desastres y de salud y era una de las mejores funcionarias.