A dos meses de la implementación del nuevo Bachillerato General Unificado (BGU) en la Sierra, no se conoce en qué consistirá y cómo se aplicará en el primer ciclo lectivo previsto para septiembre próximo.
En la página web del Ministerio de Educación (www.educación.gob.ec) no existe la propuesta final ni el marco teórico. La ausencia de la ministra de Educación Gloria Vidal ha sido evidente en relación con este tema.
Al único que se lo ve en ruedas de prensa, reuniones con los actores involucrados y entrevistas en medios es a Freddy Peñafiel, gerente del BGU, quien reitera que Vidal está revisando la propuesta y el acuerdo ministerial.
El pasado viernes 17 de junio, solamente Peñafiel anunció en Cuenca que ya se colgó un instructivo y un listado de la malla curricular en la web.
Pero advirtió que dichos documentos no son oficiales. El martes pasado, en cambio, informó a los rectores de los colegios públicos de Quito que esta semana subirá a la web el acuerdo ministerial con el proyecto final.
Solo entonces se podrá conocer de qué se trata, pero con el tiempo en contra para su aplicación.
Hasta el momento, rectores, docentes, alumnos y padres saben que esta nueva propuesta eliminará las especializaciones. En los dos primeros años, los alumnos recibirán las mismas materias y en el tercero elegirán un bachillerato en ciencias, técnico o artes.
Esto se difundió en el primer y único borrador, que se subió al portal desde diciembre del 2010 hasta marzo de este año.
Durante estos cuatro meses, la ciudadanía y, sobre todo, los actores involucrados, podían enviar al Ministerio sus observaciones, propuestas y sugerencias.
Este sitio registró, según la Cartera de Estado, 160 000 visitas. A esto se suman las observaciones enviadas físicamente, pero hasta la fecha nadie conoce qué decían estas reflexiones y cuáles fueron acogidas y/o rechazadas.
Enrique Ayala Mora, rector de la Universidad Andina y ex asambleísta, señala que no ha habido cambios en la propuesta y que tampoco fueron incluidos sus aportes. Sin embargo, cualquier queja de Ayala o del resto de ciudadanos está fuera de tiempo. En dos meses entrará en vigencia en la Sierra y, según lo que dijo Peñafiel en Cuenca, la capacitación a los docentes empezará el 15 de agosto próximo, es decir, a 20 días de que se inicie el año lectivo.
Mariana Pallasco, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), dice que el tiempo que se dio para debatir el BGU fue muy corto y no se tomaron en cuenta a los principales actores del proceso: los estudiantes.
Cuestiona que la transitoria sexta de la nueva Ley de Educación Intercultural se convirtió en una camisa de fuerza para aplicar este proyecto. Esta disposición ordena que empiece en septiembre del 2011 en la Sierra y en abril del 2012 en la Costa. Pallasco reitera que esto no estaba en el proyecto de ley original y que se incluyó a última hora.
Otro cuestionamiento de la UNE es que se mantiene la metodología de enseñanza basada en el desarrollo de destrezas con criterio de desempeño. Pallasco dice que conducirá a los estudiantes a que sean “una masa de trabajadores explotados”.
Esto se contrapone con el art. 27 de la Constitución, que establece que “la educación se centrará en el ser humano (…) y garantizará el desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar”.
Pero el Ministerio insiste en que el nuevo bachiller será un joven capaz de emprender su propio proyecto y de dominar las Tecnologías de la Comunicación (TIC).
Pero, en general, los rectores que asistieron a las charlas sobre el instructivo de aplicación del BGU, coincidieron en que no disponen de la infraestructura y el equipamiento necesarios.
Nuevamente Peñafiel es el que dio la cara y dijo que para el primer año no es necesario el equipamiento y que este irá de forma paralela al proceso.
Respecto a la impresión de los libros de texto sorprendió que no se contará con estos, por falta de presupuesto. La solución que dio a esto Peñafiel fue que en la web se colgarán cuadernillos de trabajo por unidades.
A estas dos inquietudes se suma otro rosario de interrogantes, como qué pasará con la distribución de la carga horaria de los docentes. El temor es que, en algunos casos, se queden fuera y en otros falten especialistas para materias optativas (matemática, biología, análisis de contenidos,, etc).
Mientras profesores, docentes y alumnos tratan de buscar respuestas, la ministra Gloria Vidal se mantiene en silencio. Su único vocero y quien responde a todas las preguntas es Peñafiel…