Luis Barba, agricultor de 29 años, del cantón Zapotillo de la parroquia de Limones, ve con desconcierto el proyecto de riego que un día le contaron que serviría para que esta tierra produzca más. Él y su familia no han emigrado del lugar por las promesas que un día les hicieron los gobiernos de turno, de contar con agua para la producción.
Mientras escoge la cebolla, Barba comenta que por la falta de agua la cosecha bajó en este año. “Producimos a pérdida y, a veces, para no estar ociosos estamos sembrando. Muchos se fueron, pero yo tengo la esperanza de que esto cambiará algún día”, señala con cierto optimismo.
Él es parte de la Asociación de Cebolleros 30 de Noviembre, que acoge a 45 socios de la parroquia Limones. 25 no cuentan con un sistema de riego y lo hacen con bombas de aspersión. “Para mantener las bombas necesitamos de gasolina. Eso encarece el producto”, afirma el campesino.
En esta parroquia aún no se culmina la construcción del Sifón Limones, redes secundarias y obras complementarias que son parte del proyecto de Riego Zapotillo.
Estos trabajos fueron adjudicados a la empresa Cosurca, el 24 de diciembre del 2008. La desaparecida Subcomisión Ecuatoriana Predesur contrató la obra por USD 7,2 millones, en un plazo de 270 días (nueve meses).
Hoy, la obra está abandonada. Al proyecto le faltan las compuertas y válvulas de aire y purificación. El agricultor Paúl Ramírez cuenta que solicitaron a los ingenieros que les faciliten el agua, aunque falten las compuertas. Pero su pedido no fue acogido.
“No es necesario ser ingeniero para entender la obra, pero si ellos nos sueltan el agua la tendríamos más cerca y la llevaríamos con mangueras”, explica el lugareño. Con él coincide Néstor Álvarez, secretario de la Tenencia Política de Limones. “No estamos haciendo quedar mal al presidente Rafael Correa, lo que queremos es que conozca nuestra realidad. Lamentablemente ellos no le informan cómo nosotros los agricultores sobrevivimos. Queremos ser parte del Buen Vivir”.
La contratación del Proyecto de Riego Zapotillo fue consecuencia de los estados de emergencia decretados por el Gobierno para solucionar los problemas de sequía en la provincia de Loja, en particular en Zapotillo.
El primer contrato para construir la obra se remonta al 30 de julio de 1998. Se concretó entre la Subcomisión Ecuatoriana Predesur y la Constructora Hidalgo & Hidalgo. Pero en marzo del 2008 se paralizaron los trabajos por falta de financiamiento.
El Proyecto de Riego Zapotillo tenía varios objetivos: entre ellos abastecer de agua a varias poblaciones; mejorar las condiciones de vida de cientos de familias…
Ramiro Valdivieso, alcalde de Zapotillo, recalca que el Gobierno Provincial de Loja, a través la empresa pública Ridrensur, terminará el Sifón de Limones. Y que el próximo año se retomarán los trabajos que han quedado pendientes en el proyecto.
Leoncio Romero, fiscalizador del Magap, dice que actualmente se trazan las redes terciarias. Aún no se tienden 30 kilómetros de redes (son las conexiones a cada finca de terreno) y la colocación de las compuertas y válvulas del Sifón de Limones.
La Secretaría Nacional del Agua (Senagua) contrató la realización de 70 kilómetros de redes, a cargo de Ridrensur. Los trabajos se iniciaron el 1 de octubre del 2011 y deben concluir en abril del 2012. Es decir en un plazo estimado de siete meses.
Según Romero, el proyecto del Sifón Limones está parado por los litigios por el pago de la última planilla a la empresa Cosurca que ha tenido contratos con el Estado. “Esperamos solucionar esto para cumplir con el riego de mil hectáreas”, señaló.
8 764 hectáreas de suelo son aptas para el cultivo. Predomina la crianza de ganado caprino.
Mariana Vivanco, de 41 años, habitante de Limones, dice que no puede producir quesos de chiva, por falta de yerba.
Litigio por el pago de planilla
Galo Ortega, abogado de Cosurca, dijo que el contrato Sifón de Limones se ejecutó en un 97%, por la terminación unilateral, el 25 de junio del 2010. Ante esto la empresa presentó la última planilla al Ministerio de Agricultura para su liquidación.
El litigio fue presentado ante el Juez de Zapotillo en el 2010. Para ello se realizó una inspección judicial para constatar los trabajos. Según Ortega el informe fue favorable, por lo cual el Gobierno debe desembolsar el valor restante.
Max Villavicencio, accionista de Cosurca, dijo que la planilla pendiente es de USD 3,5 millones. Restando algunos rubros de anticipos y otras cuentas, el valor es de USD 1,8 millones. .
Con esos fondos se pagarán a proveedores y los sueldos de trabajadores que aún están pendientes. “Lamentablemente no hay fecha de pago.
Estamos en desventaja con el Estado porque cuando uno les debe nos dan 48 horas de lo contrario son confiscados los bienes”, sostiene Villavicencio. Lucio Romero, fiscalizador del Ministerio de Agricultura, dice que solo se realizó una inspección judicial previa al Sifón Limones.
“Aún no se conoce nada, porque no hay una demanda…No podemos pagar hasta que un juez lo decida”, señaló el funcionario.