El diario más influyente del mundo, el New York Times dedicó hoy su editorial institucional al tema de la libertad de prensa en el Ecuador la cual, dice, está seriamente debilitada por las acciones del presidente Rafael Correa. “Un asalto a la democracia” se titula el editorial.
El New York Times urge a los líderes de los países democráticos, incluso al presidente de los EE.UU. Barak Obama, a presionar a Correa para que deje de acosar a la prensa.
El editorial aparece a propósito de la audiencia de última instancia que hoy tendrá lugar en la Corte Nacional de Justicia.
Según este diario, Correa está “liderando una rápida campaña en contra de la libertad de expresión, acosando a sus críticos, sacando del aire a radiodifusores independientes y secuestrando las cortes del país en su apuesta para levar a la quiebra al diario más grande de su país”.
Luego se refiere al caso en contra de El Universo y dice que a pesar de “indignantes irregularidades” el caso fue finalmente decidido por un “juez temporal” quien, de acuerdo a un estudio forense independiente, habría adoptado una sentencia escrita por el abogado del propio presidente Correa.
El New York Times, un periódico considerado como de tendencia liberal y progresista en los EE.UU., también menciona que en su afán por ser reelegido, Correa ha redactado una ley según la cual se prohíbe a los medios reportajes sobre candidatos que envíen mensajes que puedan afectar positiva o negativamente en el electorado.
También menciona que este “asalto” de Correa a la prensa ha sido criticado por organismos internacionales como la Relatoría Especial de la Organización de Estados Americanos. Ahora, dice, está tratando de silenciar a esta reportería con la estrategia de reducir su financiamiento e imponiendo un código de conducta para limitar su independencia.
“Sin duda ninguna que su asalto a la prensa independiente es un asalto a la democracia”, dice el New York Times.
Finalmente asegura que América Latina tiene una amarga historia de autoritarismo y que ha luchado duro para superar esos días. “Todos los líderes democráticos del hemisferio, incluyendo al presidente Obama, tienen que presionar para que Correa desista”, concluye.