Los acólitos de paco velasco
Y ahora ¿qué nombre le van a poner a la Asamblea Nacional cuando decidan refundar una vez más al país? ¿Cuántas veces habrá que refundar al Ecuador, entonces, para que acaben las artimañas que dijeron es patrimonio exclusivo de la partidocracia y el neoliberalismo? ¿Cómo refundar lo que hace tan poco ya fue refundado?
Que respondan los que el jueves en la Asamblea, con la misma mañosería de la corruptela política que juraron enterrar, evitaron que su amigo Paco Velasco explicara al país las relaciones de radio La Luna con el Gobierno.
Que respondan los Rolandos Panchanas, los Fernandos Corderos, los Pedros de la Cruz, las Irinas Cabezas que allá en Montecristi prometían una nueva política y que el jueves de sopetón encontraron no se qué exóticos argumentos para dar marcha atrás y no permitir que Paco Velasco fuera expuesto a una fiscalización. Qué digan cómo ese nuevo país que prometieron crear con manos limpias es posible con el ejercicio de la misma política tramposa que ofrecieron enterrar.
Que respondan quienes decidieron que su compañero y amigo Paco Velasco no fuera a una investigación y dijera si es verdad o no que, siendo accionista de radio La Luna y asambleísta de la “revolución ciudadana” firmó contratos por USD 690 000 con el Estado.
Habrá que ponerse, entonces, a buscar un nuevo nombre para rebautizar lo que hoy se llama Asamblea Nacional, porque se suponía que bastaba ponerle un nuevo nombre al Congreso Nacional y llenarlo de nuevos inquilinos para que se hiciera el milagro.