El pleno del Consejo Nacional Electoral eligió este 30 de noviembre a sus nuevas autoridades. Nubia Villacís es la presidenta, en reemplazo de Juan Pablo Pozo. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
El Consejo Nacional Electoral (CNE) nunca estuvo en acefalía, aclaró Nubia Villacís, tras ser posesionada como su presidenta por unanimidad.
Juan Pablo Pozo, quien fue hasta el miércoles (29 de noviembre) el titular de la entidad, entregó su carta de salida a las 21:30. Es decir, unas ocho horas después de que el presidente Lenín Moreno emitiera los decretos para que la autoridad electoral convoque a la consulta y referendo.
Para ese entonces ya era de conocimiento público, pero no oficial, quienes liderarían al CNE de frente al proceso.
La sesión inició con Villacís, aún como vicepresidenta, ocupando el asiento central. A su derecha Ana Marcela Paredes, quien es ahora la segunda a bordo en la institución. Y a su izquierda Luz Haro, hasta ayer vocal suplente, quien fue titularizada para ocupar la vacante dejada por Pozo.
A un costado de la mesa se ubicaron los dos consejeros restantes, Paúl Salazar y Mauricio Tayupanta. Así, este último es el único de los cinco vocales que aún continúa dentro de su período constitucional de funciones. El de los otros cuatro venció el miércoles, al cumplir seis años en el CNE.
La relación entre Villacís y su antecesor tuvo fuertes fricciones, especialmente al final. Esto aunque llegaron juntos a dirigir la organización en enero de 2015, tras reconsiderar la presidencia de Salazar y la vicepresidencia del entonces nuevo vocal Tayupanta.
Salazar y Tayupanta perdieron la mayoría tras la súbita renuncia de Gloria Toapanta, apenas siete días después de su posesión y el ingreso de Paredes, que tenía ya tres años de suplente y se titularizó.
Desde la semana pasada se acentuaron más los desacuerdos dentro del pleno del CNE. Por lo que se suspendió la última sesión en Guayaquil. Y, esta semana, cuando ya se hablaba de la salida de Pozo, incluso cabía la posibilidad de que Tayupanta ocupe la vicepresidencia. Sin embargo, esto no sucedió. La mayoría la tienen ahora las mujeres, quienes en sus discursos lo dejaron claro.
Hubo otros dos puntos que fueron reafirmados. Villacís dijo que el CNE dará trámite a los decretos de Moreno sobre la consulta, como lo manda la ley. Aunque no especificó cuándo los tratará el pleno.
Y después reconoció que la única directiva del movimiento oficialista registrada ante la autoridad electoral es la del mismo Mandatario. Paredes también subrayó que cumplirán el pedido de Moreno con agilidad.
Precisamente Moreno había dado ya un espaldarazo a los consejeros que terminaron su período constitucional. Mediante un decreto emitió la reforma legal que legitima su permanencia en los cargos, hasta que sean reemplazados. Lo mismo hizo la Procuraduría al argumentar que no se puede permitir la acefalía de la institución.
Los consejeros extendidos en sus funciones aprovecharon sus discursos en la sesión de ayer (30 de noviembre) para legitimar su permanencia. Utilizaron como argumento los mismos esgrimidos por la Procuraduría y, por supuesto, la existencia del Decreto Ejecutivo 190.
Pero, al igual que en enero de 2015, la presidencia de Villacís, aunque fue aprobada por unanimidad, no fue reconsiderada. Esto deja la puerta abierta a que, en cualquier momento, el pleno pueda votar para retirarla del cargo. No así con la vicepresidencia de Paredes y la titularización de Haro.
Los casos de estas dos últimas consejeras también tienen sus particularidades. Por ejemplo, Paredes sostiene que ella no ha cumplido su período de seis años, ya que apenas se titularizó en 2015. Por lo que insiste en que la Procuraduría está equivocada y que no se puede sumar su tiempo como suplente, ya que no actuó como tal.
La que sí ha participado de las sesiones del CNE es Haro; incluso fuera del pleno, en eventos de representación del organismo, dentro y fuera del país. En varias ocasiones, ella completó el quórum para las sesiones y respaldando con su voto las propuestas de los dos primeros presidentes.
Esta recomposición del CNE sucede a puertas de la consulta popular, para la cual los consejeros tienen dos plazos que cumplir: 15 días para convocarla y 60 para ejecutarla.
Colectivo cabildeó por Solanda Goyes
Lenín Moreno saluda con Manuela Gallegos (de blanco) y Lourdes Tibán. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Los integrantes de la agrupación Liberación del CNE llegaron ayer al Palacio de Carondelet. Su consigna era plantearle al presidente Lenín Moreno lo que -según ellos- debe pasar para recuperar la institucionalidad del Consejo Nacional Electoral.
Manuela Gallegos, Fausto Camacho, Lourdes Tibán, Medardo Oleas, Andrés León y Boris Cornejo arribaron al Salón de Gabinetes del Palacio presidencial a las 10:30. Los recibieron Moreno y Miguel Carvajal, secretario nacional de la Política.
Su planteamiento se dividió en dos partes. Primero, que los consejeros Nubia Villacís, y Paúl Salazar deben dejar sus cargos porque , al igual que Juan Pablo Pozo, cumplieron ya seis años de período.
Además, consideran que Solanda Goyes debe ser posesionada por la Asamblea Nacional y, posteriormente, titularizada por el CNE. Ella estuvo también en el Palacio.
A 10 minutos del final de la reunión, Camacho bajó al patio del Palacio y pidió a Goyes que ingrese. Ella tuvo la oportunidad de conversar con el Mandatario. Dijo que le expuso que ha sido objeto de “violencia política”.