Una refinería de petróleo en Texas, EE.UU. Este 25 de enero de 2015, el WTI cerró en USD 30,34. Foto: AFP
El petróleo bajó este lunes, 25 de enero de 2016, en Nueva York en un mercado que permanece perturbado por la excesiva oferta y la incierta demanda.
El barril de “light sweet crude” (WTI) para entrega en marzo perdió USD 1,85 a USD 30,34 en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
En Londres, el barril de Brent, también para marzo, perdió USD 1,68 a 30,50.
El crudo perdió prácticamente la mitad de lo ganado en su espectacular aumento de casi 10% del viernes tras haber bajado a niveles históricos desde el comienzo del año.
“Asistimos a movimientos especulativos tras una caída a niveles sin precedentes en 12 años” pero “esta semana se abre con varios elementos que reaniman los factores que originaron la caída”, sintetizó Gene McGillian, de la firma Tradition Energy.
Pocos llegaron a creer que el mercado estaba en condiciones de emprender un alza permanente debido a la sobreoferta de la producción de la Opep, Estados Unidos y Rusia y las crecientes dudas sobre la demanda de China, el mayor comprador mundial de oro negro.
Por lo pronto Aramco, la petrolera pública de Arabia Saudita, “continuará financiando proyectos sin ninguna reducción de sus inversiones”, advirtió McGillian.
Esa estrategia de Arabia Saudí, el mayor productor mundial de oro negro y líder de la la Opep, no permite entrever una reducción de la oferta mundial. Ya a fines de año, la Opep renunció a comprometerse a fijar metas de producción.
“Parece poco probable que haya un acuerdo entre productores ajenos a la Opep, y una reunión de urgencia del cártel no haría más que debilitar aún más al mercado si no hay ‘voluntad de cambio'”, según comentó Tim Evans, de Citi, haciendo alusiones a unas declaraciones del ministro iraní del Petróleo.
Desde el ángulo de la demanda, el mercado tampoco encuentra datos alentadores.
“La inquietud por la economía china se reavivó por el anuncio de la merma en el consumo de diésel” en diciembre por cuarto mes consecutivo, apuntó McGillian.
“La cuestión ahora es saber si seguirá bajando a sus mínimos históricos (…). Y por el momento, nada parece poder impedir eso”, añadió.