La región amazónica peruana de Madre de Dios se quedó sin combustible desde este 24 de enero de 2023. El desabastecimiento se produce por el bloqueo de carreteras por parte de los manifestantes que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
El desabastecimiento de todo tipo de combustibles y gas de uso doméstico en Madre de Dios (fronterizo con Bolivia y Brasil) ya fue advertido por las autoridades regionales.
Los piquetes de manifestantes ocupan desde la zona de Laberinto hasta la localidad de Santa Rosa. Allí “se encuentran paralizados 17 tanqueros con 149 550 galones de diésel y gasolina”, según fuentes oficiales.
En cuanto al gas de uso doméstico, en Madre de Dios sólo existe una planta envasadora de GLP, que “permanece cerrada por falta de stock.
Otros efectos
El caos de las protestas influye también en otros aspectos económicos en Perú. Uno de ellos es el turismo. El sábado anterior, el Ministerio de Cultura cerró por tiempo indefinido el complejo arqueológico de Machu Picchu, el mayor atractivo turístico del país.
La presidenta ejecutiva de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú), Amora Carbajal, calculó hace unos días que el turismo aportaría el 2% del producto interno bruto (PIB) del país este año y que generaría un millón de empleos.
Sin embargo, se cree que los cortes de carreteras y violencia de las manifestaciones incidirán hacia la baja la previsión de la llegada de 540 000 visitantes extranjeros en 2023.
Adicionalmente, se presume que la industria minera también se verá afectada. Esto porque el sur de Perú, en donde se concentran las protestas, es rico en cobre y el corazón minero del país.
En general, los conflictos sociales podrían costarle a Perú el 2% del PIB de este año. Esto de acuerdo con el cálculo de Felipe Hernández, de la agencia Bloomberg. El PIB del país es de unos USD 200 000 millones.
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