Quito, Reuters
La petrolera francesa Perenco detendrá temporalmente las operaciones en Ecuador por una disputa con el gobierno relativa a los impuestos, dijo hoy a Reuters un alto ejecutivo de la compañía.
Ecuador ha confiscado desde marzo la mayor parte de la producción de Perenco en una apuesta por cobrar más de 350 millones de dólares en impuestos por ganancias extraordinarias que dice que debe la compañía.
“La suspensión va a comenzar a ponerse en marcha mañana jueves 16 a mediodía hora de Quito”, dijo el gerente latinoamericano de la firma, Rodrigo Márquez, en una entrevista por vía telefónica.
“Es algo temporal, porque nosotros vamos a seguir teniendo personal ahí (…) en espera de que el Gobierno recapacite”, agregó Márquez.
El ministro ecuatoriano de Petróleo y Minas, Germánico Pinto, advirtió ayer de que si Perenco decide detener la producción, tendrá que “atenerse a las consecuencias”, pero no especificó qué tipo de medidas podría tomar el Gobierno contra la compañía.
Ecuador está intentando vender unos 2 millones de barriles de petróleo confiscado a Perenco, y el único interesado hasta ahora ha sido Petroecuador, la petrolera estatal ecuatoriana.
Perenco extrae 22 000 barriles de petróleo por día de la selva amazónica de Ecuador, o alrededor de un 4,5 por ciento de la producción total del país, que en mayo ascendía a 486.000 barriles por día.
Burlington Resources, una subsidiaria de ConocoPhillips, posee participaciones en dos yacimientos operados por Perenco en Ecuador.
Perenco entabló el año pasado una demanda contra Ecuador y Petroecuador para cuestionar la legalidad del impuesto a las ganancias extraordinarias, porque considera que la carga impositiva viola su contrato
El Centro Internacional para la Resolución de Disputas de Inversión del Banco Mundial aceptó un pedido de Perenco en mayo para bloquear los cobros forzados, hasta que falle acerca de la legalidad del impuesto.
Ecuador elevó en el 2007 el impuesto a 99 por ciento desde el 50 por ciento con el fin de presionar a las petroleras extranjeras a modificar sus acuerdos de extracción, pero posteriormente bajó el impuesto al 70 por ciento.
El presidente Rafael Correa, aliado del líder venezolano Hugo Chávez, está intentando incrementar los ingresos estatales provenientes del sector petrolero, pero hasta ahora no ha nacionalizado compañías.