Avanzan los preparativos en medio de la alegría de los devotos que volverán a vivir el tradicional Pase del Niño Viajero. Esta procesión popular se realiza cada 24 de diciembre por las calles céntricas de Cuenca.
En la víspera, el 23 de diciembre, habrá la Misa del Niño en la Catedral de la Inmaculada Concepción, a partir de las 18:00. Luego será tiempo para una serenata. Participarán los priostes, que este año serán la Tercera División de Ejército Tarqui, el Movimiento Juan XXIII y los comerciantes del Mercado 27 de Febrero.
La jornada del 24 de diciembre del 2022 se iniciará a las 7:00 con un sobrevuelo con la imagen, llevada en brazos por monseñor Marcos Pérez. Desde las alturas bendecirá a la ciudad y a sus habitantes, como lo ha hecho en los últimos años.
A las 8:00 será la eucaristía del Niño Viajero en la Catedral. Al finalizar abandonará el templo con los priostes, quienes irán en procesión hasta San Sebastián. La banda de la Tercera División de Ejército Tarqui acompañará con villancicos.
En la Baltazara de Calderón y Miguel Heredia se ubicará el grandioso altar donde, como es tradición, se coloca a la imagen para que los devotos que avanzan en la procesión hacia el Parque Calderón reciban la bendición.
Esta manifestación religiosa-cultural es la más importante de Azuay, por su poder de convocatoria y profesión de fe. Antes de la pandemia participaban más de 70 000 personas durante las seis horas que dura la procesión.
Son más de un centenar de carros alegóricos ricamente adornados, la mayoría con frutas y alimentos. En ellos viajan niños, jóvenes y adultos revestidos de los personajes bíblicos como María, José, ángeles y pastores.
Además, hay mayorales, danzantes, comparsas y grupos folklóricos de las diferentes culturas del Ecuador que muestran las principales tradiciones de los pueblos. Es un sincretismo marcado entre el nacimiento de Jesús y el encuentro familiar.
Los eventos previos de la fiesta
La Arquidiócesis y el Municipio empezaron los preparativos hace tres meses. Allí acordaron que la multitudinaria procesión volvía a las calles luego de dos años de espera, siguiendo los protocolos sanitarios establecidos.
En el 2020 y 2021 no se realizó el desfile por la pandemia del covid-19. Los primeros eventos públicos que se han cumplido en estos meses son la eucaristía de la bendición del pan y la chicha. Fue el 28 de octubre del 2022 en la Catedral.
Con esto los priostes empezaron a elaborar estos alimentos que entregan a los participantes en la pasada, a lo largo de la calle Bolívar. El pregón cultural del Pase del Niño Viajero fue el viernes 9 de diciembre.
Participaron delegaciones de estudiantes de colegios, revestidos de los personajes bíblicos. Este pregón dio paso a la visita diaria de la imagen religiosa por las instituciones públicas y privadas para venerarlo.
Esta es una forma de comprometer a los devotos para que participen en el Pase del Niño Viajero. Incluso una réplica de la imagen viaje por las parroquias rurales y cantones vecinos.
Plan de contingencia y recorrido
A pocos días para la tradicional procesión del Pase del Niño Viajero, las instituciones públicas tienen casi listo el plan de contingencia. Este incluirá el recorrido, tarimas, cierre de vías y monitoreo con cámaras de seguridad.
Además, puntos de encuentros para niños extraviados y para la provisión de alimentos, carpas de atención médica, vehículos de emergencia y el orden de participación de de los carros alegóricos de las instituciones.
La historia del Pase del Niño Viajero
El culto al Niño Jesús se inició en 1823, cuando la imagen religiosa fue mandada a esculpir en madera por doña Josefa Heredia. En aquel tiempo la familia solo realizaba la novena.
Luego de cuatro generaciones, en 1961 estaba en manos de Monseñor Miguel Cordero Crespo, quien realizó un viaje por varias ciudades de Tierra Santa llevando la imagen. La recostó en Belén y luego fue bendecida por el Papa Juan XXIII.
A su retorno a Cuenca, los devotos repetían con alegría “llegó el viajero”, “llegó el viajero”. De allí el nombre de Niño Viajero. Así empezaron a rendirle culto en la Navidad. Se unificaron las pequeñas procesiones que hacían las familias.
En 1933, Monseñor Cordero le encargó a Rosa Palomeque que realice el Pase del Niño Viajero y desde entonces se convirtió en la mantenedora de esta tradición que con los años fue creciendo.
En 1986 falleció Monseñor Miguel Cordero y en su testamento ordenó que la Sagrada Imagen permanezca en el Monasterio del Carmen de La Asunción. Desde entonces se convirtió en el custodio de la imagen.
Mientras que Palomeque falleció en el 2007 y su hija asumió el legado de apoyar en la realización de la procesión cultural con el pan y la chicha.
Los organizadores de esta celebración son la Arquidiócesis de Cuenca, el Monasterio del Carmen de la Asunción, el Municipio, Movimiento Hermano Miguel y los priostes
En el 2009 el Pase del Niño Viajero fue declarado Patrimonio Natural y Cultural Inmaterial del Estado. Esto por la riqueza expresada en creencias y variadas formas de folklore.
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