La oferta de vivienda es alta en la ciudad de La Puntilla, en Samborondón; los guayaquileños se asientan en este cantón de Guayas. Foto: Mario Fautos / EL COMERCIO
La población de las parroquias satélites de Guayaquil como La Aurora (Daule) y La Puntilla (Samborondón) se incrementó considerablemente en la última década.
Cada mañana se constata el alto movimiento de la población. Por ejemplo, en la avenida León Febres Cordero, frente a la urbanización La Joya, el paradero se congestiona en horas pico. Muchos llegan a la zona para trabajar en obras de construcción, servicios domésticos y otras actividades.
Solo La Joya tiene 30 000 habitantes, que residen en
6 500 viviendas registradas, según sus promotores. Esa población es superior a la que registran otros cantones de Guayas como Bucay, Isidro Ayora, Marcelino Maridueña, Palestina, Lomas de Sargentillo, Colimes y Nobol. La urbanización nació en el 2006.
Enrique Pita, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, indicó que la urbe porteña ha frenado su crecimiento dentro de sus límites Tiene demarcaciones naturales que impiden su expansión hacia el este y el sur. Esto es por el río Guayas y el Estero Salado, respectivamente.
Según la consultora MarketWatch, La Aurora tiene una estratificación de “clase media típica” y La Puntilla se divide en alta y media alta.
La clase media -según Pita- busca vivienda en La Aurora y La Puntilla ante la falta de más oferta en Guayaquil. Comentó que muchos optan por alojarse en casas individuales con precios asequibles, en zonas donde ofrecen privacidad, seguridad y variedad comercial.
Johana González vive desde el 2011 en La Aurora y votará por primera vez en esa jurisdicción. “Antes viajaba a Guayaquil, pero ahora es más cómodo votar cerca de casa”.
Andrés Mendoza, de La Puntilla, prefiere sufragar en el centro de Guayaquil para ir a votar junto con su familia.
Con el aumento de la población también creció el padrón electoral. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), para los comicios de febrero sufragarán en la primera localidad 14 507 personas y en la segunda lo harán 21 029.
Estos números reflejan un alto crecimiento en comparación con los comicios de octubre del 2006. En ese entonces, en La Aurora estuvieron aptos para votar 1 116 ciudadanos y en La Puntilla apenas, 6 079.
En la última década en la primera se registra un incremento de 1 199% de votantes y en la segunda 245,92%. En su mayoría son guayaquileños que se mudaron con el ‘boom inmobiliario’ por la cercanía a Guayaquil. Según los municipios de Daule y Samborondón, la oferta de viviendas y departamentos atrajo a
nuevos habitantes.
Para la experta en temas de participación ciudadana, Annunciata Valdez, esas dos jurisdicciones constituyeron “un plus” para los guayaquileños que buscaban una nueva forma de vida. Cree que el padrón se engrosó por los cambios de domicilio y la apertura de recintos electorales en esas parroquias. Sin embargo, todavía hay cientos de ciudadanos que habitan en esos sectores, pero que prefieren seguir votando en Guayaquil.
“Muchos se empadronaron allá porque asumieron que son sus nuevos espacios de vida, tienen colegios, farmacias, supermercados, casi todo cerca”. En el 2006 no había tanta oferta de servicios.
Los dos cantones tienen alcaldes del Partido Socialcristiano (PSC). En el caso de Samborondón, José Yúnez está en el cargo desde 1996. En la última elección del 2014 La Puntilla le dio una diferencia del 15% sobre Michel Doumet de AP. Esta parroquia, ubicada en la vía a Samborondón, de clase media alta, concentra el 36,41% de los electores del cantón. Mientras, Daule tiene de alcalde a Pedro Salazar desde el 2000. En la última reelección La Aurora le dio el mayor porcentaje (13%) frente a Wilson Cañizares de AP.
Salazar recordó que en el 2006 la población de La Aurora no superaba los 4 000 habitantes y hoy se calcula que es de 90 000. En esta parroquia hay 56 urbanizaciones cerradas y nueve centros comerciales. En cambio, en La Puntilla existen 164 conjuntos residenciales y 10 centros de comercio.