La pareja tuvo que cargar costales de tierra, como parte del castigo, en la comunidad Sulsul, en Riobamba. La comunidad estuvo presente. Foto: cortesía
El robo de 17 quintales de papas y ocho quintales de arvejas levantó a la comunidad Sulsul, en Licto, una parroquia situada a 50 minutos de Riobamba. Una pareja de esposos, quienes reconocieron ser los autores del hurto, recibió justicia indígena la noche del lunes 22 de julio del 2019.
“Los cultivos de una familia, que ya estaban listos para la cosecha, desaparecieron en la madrugada. Cuando los dueños, dos adultos mayores, denunciaron todos nos fuimos al mercado mayorista y ahí los encontramos, tratando de vender los productos”, contó Manuel Tiupul, un morador de la comuna.
La pareja, quienes habitan en una comunidad cercana, confesó el hurto de los productos en una asamblea comunitaria. Los dirigentes decidieron efectuar un castigo indígena para reparar la falta.
El castigo se efectuó en la plaza central de la comunidad y fue presidido por una yachak. La pareja caminó con el dorso desnudo y llevando a cuestas costales llenos de tierra.
El propósito del castigo es que ellos enmienden su comportamiento y no lo vuelvan a hacer. Así siempre arreglamos las cosas en la comunidad, aseguró Tiupul.
Como parte del castigo, la pareja recibió un baño con agua fría, golpes con un acial y una limpieza con ortiga negra.
“Para la cosmovisión andina esa es una planta sagrada con el poder de limpiar el espíritu. Por eso se usa en la justicia indígena, para que una persona se limpie de un mal comportamiento”, dijo Jaime Pilamunga, yachak de Chimborazo.