Se realizó la cuarta prueba con pasajeros el 21 de marzo del 2019 en el Metro de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El Municipio de Quito tiene armado un cronograma de pagos hasta el año 2043 con un esquema de cómo se cancelará la deuda adquirida para construir el Metro.
De los USD 2 009 millones que cuesta cristalizar esta importante obra, USD 749 millones fueron asumidos por el Gobierno Nacional y el 70% restante por el Cabildo.
Quito, además, debió buscar financiamiento en el exterior y consiguió préstamos con tasas bajas y a largo plazo. Adicionalmente, el Municipio desembolsó USD 200 millones de recursos propios.
En 30 años, deberá terminar de cancelar USD 1 055 millones en los que se endeudó, más los intereses correspondientes.
Ramiro Viteri, administrador general de la Alcaldía, explica que lo primero que se debe entender es que el presupuesto anual del Municipio está entre los USD 600 millones y 700 millones, y que este año y el pasado, esa cifra prácticamente se duplicó debido al dinero que los prestamistas entregaron justamente para construir el Metro.
El presupuesto del Municipio está conformado básicamente por el dinero que entrega el Gobierno Central y lo que logra recaudar por impuestos y multas. Eso hace que cada año tenga un ligero incremento. En el 2012, por ejemplo, fue de USD 527 millones, en el 2013 fueron 571 millones y en el 2018 de 647 millones. En esas cifras no se considera el financiamiento obtenido para grandes obras.
Viteri explica que en los últimos años el Municipio se ha endeudado básicamente para realizar cuatro proyectos importantes y costosos: la extensión de la Ruta Viva, la extensión de la avenida Simón Bolívar, la adquisición de los biarticulados y el Metro. El resto de trabajos que se han ejecutado, como intervención en parques, repavimentación, obra social, entre otros, se lo ha hecho con el presupuesto.
Según Viteri, una de las ventajas de los préstamos es que tienen hasta 10 años de gracia (tiempo en el que se paga solo el interés, no el capital, y las cuotas son bajas), y el pago de la deuda se extiende en algunos casos hasta 30 años. Y añade: “actualmente la tasa está en 2,64%, pero nosotros contratamos al 1%. El último préstamo que tenemos de 230 millones lo tenemos a un tasa fija de 2,65%, más la comisión de ellos de 1,50%, a 20 años plazo con 10 de gracia”.
El funcionario insiste en que las condiciones financieras son buenas, lo que es beneficioso para la ciudad y explica que una de las formas de aumentar el ingreso del Municipio es con el aumento del avalúo de las propiedades y, por lo tanto, del impuesto predial.
“Toda gran obra necesita de financiamiento y el Municipio debe endeudarse para ejecutarla”, indica, y acota que la forma de pago de la deuda por el Metro está ya establecida.
El Municipio toma en cuenta dos factores para su endeudamiento. El primero es que el monto destinado para el pago de deudas no supere el 25% del presupuesto anual. Y el segundo, es que el endeudamiento total que adquiera (el dinero que reciba de financistas para realizar determinada obra) no sobrepase el 200% de su presupuesto.
Así, dice Viteri, los indicadores muestran que el Municipio está endeudado dentro de lo permitido, y tomando en cuenta el incremento del presupuesto anual conforme pasa el tiempo, le permitirá tener un manejo razonable de sus dineros.
En el 2018 se pagó USD 64 millones de deuda. La administración del alcalde electo Jorge Yunda pagará, en el 2020, unos 89 millones. Viteri aclara que ese pago corresponde básicamente a los intereses y que a partir del 2028 el pago anual empieza aumentar. En el 2029 se pagaría USD 150 millones ya que coincidiría el pago a todos los prestamistas. Luego la cifra comenzará a bajar.