Todos los pacientes respiratorios son sospechosos de tener covid-19

En el Carlos Andrade Marín hay una carpa de triaje solo para los casos respiratorios. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

En el Carlos Andrade Marín hay una carpa de triaje solo para los casos respiratorios. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

En el Carlos Andrade Marín hay una carpa de triaje solo para los casos respiratorios. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Cada día, el internista David Larreátegui recibe a 20 pacientes con malestar respiratorio en su consultorio y en la clínica privada en donde labora. La mayoría tiene dolor muscular o de cabeza, tos y congestión nasal. Estos síntomas son indicadores de la presencia de covid-19 y también de influenza.

En Quito, la primera ciudad del país con más contagios (11 900), superando con 112 a Guayaquil, se registran dos picos de influenza. El primero de enero a marzo, y el segundo de julio a agosto. Hoy se suma la pandemia por coronavirus.

En ambas patologías -señalan Larreátegui y médicos de dos hospitales, que tratan casos de covid-19 consultados- la sintomatología es similar. Pero, varios positivos han perdido el gusto y el olfato, tienen lesiones cutáneas y diarrea.

Si la persona presenta estos últimos síntomas se puede determinar con mayor facilidad que es covid-19. Pero si no, la situación se complica, por lo que actualmente “todo paciente respiratorio es catalogado como sospechoso de tener la nueva cepa del virus”.

Larreátegui, como otros médicos en consulta privada, les entrega una orden para que se realicen la prueba PCR, para confirmar o descartar este mal. Si resulta negativa se investigan otras patologías.

En las unidades públicas de la capital se manejan protocolos similares. Primero pasan por una carpa de triaje, en donde se les valora y selecciona, según sus síntomas. Luego se les coloca una mascarilla y gel previo a recibir atención.

Edison Ramos es coordinador de áreas críticas del Hospital Carlos Andrade Marín, del Seguro Social, en donde se atiende casos con y sin el virus.

Este proceso de selección ya se lo hacía desde años atrás, ya que en estas fechas suelen llegar pacientes con malestar respiratorio o con posible diagnóstico de influenza. Hoy se da prioridad a casos de coronavirus porque es más grave y se transmite fácilmente.

Desde el 27 de marzo han recibido a 3 568 ciudadanos con males respiratorios. Solo en julio suman 1 007 con síntomas tipo covid-19. “A ellos se les realiza la prueba PCR y también una tomografía para revisar cómo están sus pulmones”.

Una dinámica similar se repite en el Hospital Quito Sur, del IESS; también son prioridad los casos covid-19. Si se descarta se busca si es influenza u otros, dice Luz Marina Flores, de Neumología. Los test son similares (PCR). La diferencia está en el uso de reactivos, ya que uno busca la secuencia del virus de la AH1N1, AH3N2 o B; y el otro sigue al SARS-CoV-2.

En niños pequeños, la situación es más compleja, ya que no dicen qué síntomas tienen exactamente, por lo que cuando llegan se les hace una valoración exhaustiva y se les toma la muestra. Si no están graves les enviamos a casa, cuenta la neumóloga pediatra Carmen González, del IESS Sur.

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