El escenario se asemeja a una carrera de obstáculos. El proyecto de enmiendas planteado por Alianza País puso, nuevamente, a los grupos de oposición en una encrucijada. Y el único camino que encontraron es impulsar una iniciativa de consulta popular, para frenar las intenciones del Gobierno.
El primer inconveniente fue la mayoría absoluta del oficialismo en la Asamblea Nacional. Ese factor los obligó a buscar otras opciones. Al momento hay cuatro grupos que coinciden en la necesidad de convocar una consulta: el movimiento Creo, el movimiento Concertación, el Partido Sociedad Patriótica (PSP) y el movimiento indígena, encabezado por la Conaie.
Todos están conscientes de la importancia de que se impulse una propuesta única. Saben, por experiencia, que cuando se enfrentan de forma aislada al Gobierno el resultado es el mismo que en los últimos 10 procesos electorales.
Lo comprobaron ya en la consulta popular de 2011. Todas las organizaciones que se oponían a la propuesta del oficialismo hicieron campaña por el No.
Pero no unificaron sus fuerzas. En esa ocasión ganó el Sí, aunque por un margen tan reducido que tomó por sorpresa al mismo Gobierno.
Lo mismo sucedió en la presidenciales de 2013. Todos los discursos coincidían en la necesidad de presentar un frente de unidad con un candidato único. Pero al final en la papeleta el presidente Rafael Correa tuvo siete contendores.
En las elecciones seccionales de febrero, la dinámica fue distinta, pero la oposición comprobó que al unir fuerzas y ceder posiciones podía obtener resultados positivos. Así, los municipios más grandes del país terminaron en sus manos.
Gilmar Gutiérrez, presidente del PSP, señaló un detalle importante: no se trata de una candidatura, sino de una consulta de consenso. Así, en esta ocasión, las banderas políticas no deberían ser un inconveniente. Ellos ya plantearon incluso dos preguntas a consultar, la primera sobre la reelección indefinida y la segunda es para reformar la integración del Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, no impondrán su propuesta, priorizarán el consenso.
César Montúfar, líder de la Concertación, coincidió en que esa es la única alternativa democrática. Además, considera que la demanda ciudadana y social es muy alta y el respaldo sería masivo. Pero sabe que deben unificar todo el espectro político, desde la derecha hasta la izquierda.
El siguiente en la lista fue el movimiento Creo. Según César Monge, su director nacional, ellos están abiertos al diálogo y deben discutir con claridad las acciones a tomar.
A Carlos Pérez, presidente de la Ecuarunari, le parece positivo que la derecha también considere la idea de enfrentarse al Régimen en las urnas. Y aunque aclaró que no tienen nada en común, tampoco cierra la posibilidad de trabajar en conjunto. Su propuesta incluye consultar todas las enmiendas y otros temas coyunturales.
Entre estos grupos ya hay dos objetivos comunes. El primero es el método a seguir y el segundo es consultar sobre la reelección indefinida.
Aunque la Corte Constitucional aún no se pronuncia sobre el proyecto de enmiendas, en caso de que las acepte el trámite se demorará un año. Ese es el tiempo que por ley debe existir entre los dos debates de la enmienda.
Ese será el hecho que marcará el punto de partida. Entonces deberán acelerar los diálogos en busca de una propuesta única. Y, si logran superar las diferencias políticas, podrán acudir al CNE para solicitar los formularios de recolección de firmas. Gutiérrez calcula que al unir fuerzas podrían superar el margen requerido (584 323) y presentar, por ejemplo, unos tres millones de firmas.
Los antecedentes tampoco les son favorables. Yasunidos ya intentó llamar a una consulta popular pero no concretó el número de firmas válidas, tras la calificación del Consejo. Además, el siguiente paso sería enfrentarse a la calificación de la Corte. Pero en esta entidad también existen varios procesos planteados por la oposición que hasta ahora no han obtenido una respuesta.
El escenario no es sencillo. Además deben combatir el discurso del Gobierno que, según Gutiérrez y Montúfar, es especialista en dividirlos. No hay que caer en el chantaje presidencial ni satanizar la unidad de distintos sectores políticos y sociales, esa es la conclusión. La bandera que quieren promover es por la defensa de un sistema democrático.
Por eso, pese a todas las adversidades que tienen que enfrentar, insisten en recurrir a las instituciones y vías legales que les provee la ley. Además confían en que, si el respaldo popular es masivo, los resultados no les serán adversos.
Creo
Según César Monge, director nacional del movimiento, están dispuestos a buscar consensos y unir esfuerzos para trabajar por una sola iniciativa de consulta.
PSP
Para Gilmar Gutiérrez, presidente del partido, el tiempo es un factor importante. Ya cuentan con una propuesta concreta de dos preguntas, pero no impondrán su postura.
Concertación
La propuesta de César Montúfar es la misma, pero pone énfasis en que el único punto de partida es unificar a todos los sectores sociales y políticos.
Ecuarunari
Carlos Pérez, líder de la regional indígena, consultará a las bases sobre la necesidad de impulsar una consulta sobre las 17 enmiendas y otros asuntos coyunturales.