Indudablemente una de las tareas más difíciles de desarrollar con beneplácito de todos es la carrera diplomática y la consular -jóvenes que inician su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, y profesionales que tienen a su haber una larga experiencia en la tarea de la diplomacia -por ser funcionarios de carrera- como por ejemplo los embajadores, merecen acceso a un apoyo intelectual que –libre de sesgos ideológicos- presente un conocimiento contundente y objetivo del pasado y presente de Ecuador. Sabiduría que ya les es común, seguramente.
Mas, hay ciertas áreas –ajenas aparentemente al quehacer diplomático- que en general no son tomadas en cuenta y que les corresponde una casilla (aunque pequeña) en la malla curricular de esta Academia. El funcionario diplomático además de ostentar con una especial categoría a nivel personal y profesional las cuales dignifican su cargo, hay ciertos conocimientos adicionales sobre el país que abundará a favor de la cultura ecuatoriana producto de un sincretismo de miles de años del transitar humano.
En este acápite se hace referencia al patrimonio cultural y natural de Ecuador: se citan -entre otros- la inclusión del centro histórico de Quito y Cuenca en la lista mundial de protección de la Unesco (ONU) y el natural de las islas Galápagos. Para este caso se considera innecesario (ilógico) la participación de conferencistas que se apoyen su saber en sendas carpetas llenas de documentos y demás certificaciones; siendo mejor –más bien- confiar la enseñanza a profesionales cabales y experimentados en este campo.
La actitud de re inaugurar la Academia Diplomática ha lugar a una senda enhorabuena al señor Lenín Moreno, Presidente de la República, a los señores funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, nombrando –en representación de los mismos- a los señores embajadores José Valencia y Andrés Terán, Ministro y Viceministro, respectivamente; aprovechando la oportunidad para desear el para bien correspondiente al señor doctor Alejandro Suárez, por ser nominado Director de este centro de estudios que renace.