Irán ha expresado su negativa a una posible inspección del la OIEA para verificar actividades nucleares. Foto: AFP
Irán ha acumulado uranio enriquecido a niveles ocho veces más altos que el límite autorizado por el acuerdo de 2015 y bloqueó por meses las inspecciones en dos sitios donde pudo registrarse actividad nuclear, indicó este viernes 5 de junio 2020 el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La OIEA también expresó su “profunda preocupación” por la falta de acceso a dos instalaciones iraníes, que la agencia de Naciones Unidas quiere inspeccionar en el marco de su misión de verificación de las actividades nucleares de Irán.
El organismo afirmó que “con profunda preocupación, durante más de cuatro meses, Irán negó el acceso a la agencia (…) a dos instalaciones”, según el informe al que tuvo acceso la AFP.
Estas dos instalaciones figuran entre las tres que la agencia relaciona con la existencia de material y actividades nucleares no declaradas en el pasado.
Según las últimas constataciones de los inspectores de la OIEA, la cantidad acumulada por Teherán a 20 de mayo era de 1 571,6 kilos de uranio enriquecido, en lugar de los 202,8 kilos (o 300 kilos de hexafluoruro UF6) autorizados.
En un anterior informe de febrero, la cantidad acumulada era de 1 020,9 kilos.
Esta postura complica los esfuerzos para tratar de salvar el marco del acuerdo internacional de 2015 sobre el tema nuclear iraní, del que Estados Unidos se salió en 2018 y del que Irán se aleja progresivamente desde mayo de 2019.
En respuesta al restablecimiento de las sanciones estadounidenses, Irán sigue su trayectoria de producción de uranio.
Los expertos consideran que la cantidad requerida para confeccionar una bomba nuclear es del orden de 1 050 kilos de uranio equivalente UF6, débilmente enriquecido a menos de 5%, umbral que Irán superó desde el inicio del año.
Contrario a las obligaciones inscritas en el pacto previsto para limitar drásticamente sus actividades nucleares, Irán produce también uranio enriquecido a una tasa de 4,5%, superior al umbral de 3,67% fijado por el acuerdo, según el informe consultado por la AFP.
La tasa de enriquecimiento no aumentó sin embargo desde julio de 2019 y sigue todavía muy lejos del umbral requerido para la fabricación de una bomba atómica (más de 90%).
Irán anunció en enero que ya no se consideraba comprometido con las obligaciones acordadas en el acuerdo de Viena, sugiriendo el paso a una tasa de enriquecimiento del 20%. Esta etapa habría acelerado considerablemente el proceso que puede conducir a la fabricación de una bomba.
‘Gran preocupación’
Irán quiere también seguir controlando la agenda sobre otro tema que preocupa a los firmantes europeos del acuerdo de Viena (Francia, Reino Unido y Alemania): el acceso a dos sitios que la OIEA quiere revisar desde hace varios meses.
Los sitios no tienen relación con las operaciones actuales en Irán. Según varias fuentes diplomáticas, se relacionan con proyectos nucleares militares del país en los años 2000.
Pero el país tiene la obligación de responder a las demandas de explicación de la agencia como Estado firmante del Tratado de no proliferación (TNP), subrayan los especialistas.
Uno de los sitios “podría haber sido utilizado para el tratamiento y la conversión del mineral de uranio, incluso de fluoración en 2003”. El lugar “registró cambios importantes en 2004, especialmente la demolición de la mayoría de los edificios”, dice el informe.
Un tercer sitio a propósito del cual la OIEA se interroga “fue objeto de trabajos profundos de saneamiento y nivelamiento en 2003 y 2004”, según el informe.
El tema estará en el centro del consejo de gobernadores de la OIEA que se reunirá desde el 15 de junio y debería de nuevo exigir la transparencia de Irán en este tema.