El ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, señaló que los 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra recibirán diversas donaciones como videojuegos y calcetines para mejorar sus condiciones de vida.
“Hay varias cosas que se están planeando para mejorar su calidad de vida. Se nos han regalado cachos (juego de dados), cada uno con los nombres de los mineros que están allá abajo, para que puedan tener algo de esparcimiento. Importantes mp3 (archivos de música) que han sido donados por música de la Sociedad Chilena del Derecho de autor”, indicó Golborne.
De esta forma, los mineros tendrán calcetines con hilos de cobre con los que evitarán la aparición de hongos, consolas Play Station Portátil, reproductores de música del gusto de los trabajadores, ropa térmica, champú, gorras de baño y utensilios para asearse.
fakeFCKRemoveMientras tanto, ayer se coordinaban detalles para que los mineros tuvieran un contacto directo y personal con sus familiares. Estaba previsto que los trabajadores hablaran con uno de sus parientes a través de un citófono que comunica con el exterior desde el fondo de la mina.
Cada uno de ellos iba a tener cerca de un minuto para conversar con sus familiares, con quienes hasta ahora solo habían tenido contacto a través de cartas envidas por el pequeño ducto que los comunica con la superficie y por donde el 22 de agosto se logró tener contacto con ellos, después de 17 días sin novedades. El pianista chileno Roberto Bravo ofreció un concierto a los familiares que permanecen en las afueras de la mina.
En paralelo, se ajustaban los últimos detalles para iniciar -probablemente la madrugada de hoy – las perforaciones con la máquina Strata 950 que hará el orificio por donde serán izados los mineros al exterior.
Las labores de esta máquina se extenderían por entre tres a cuatro meses, pero el Gobierno chileno analiza otras fórmulas para acelerar el rescate.
Los mineros recibieron ayer un mensaje especial del papa Benedicto XVI, quien los encomendó en sus oraciones al saludar a los peregrinos que asistieron a la oración del ángelus, celebrada desde el balcón de su residencia de verano en Castel Gandolfo.