La cuenta bancaria de Diego Calderón, al igual que la del resto de griegos, está congelada.
El riobambeño e ingeniero Diego Calderón vive ocho años en Grecia. Empezó laborando en una empresa de alimentos. Pero el alto endeudamiento del país y las medidas de ajuste como privatizaciones y menores salarios provocaron una fuerte recesión económica que llevaron al cierre de empresas.
A esto se sumó un feriado bancario temporal desde el pasado 29 de junio. Su cuenta bancaria al igual que la del resto de griegos está congelada. Calderón vive su segundo feriado bancario. El primero fue en Ecuador. A continuación describe su experiencia y cómo ha cambiado la vida en el país heleno:
“Yo tengo 39 años. Estudié Ingeniería Química en la Politécnica Nacional. Luego tuve la oportunidad de estudiar una Maestría en Alimentos en la Universidad de Lovaina, Bélgica. Fue ahí donde conocí a mi esposa, que es griega. Luego de terminar los estudios, se presentó una oportunidad de trabajar en el 2008 en una de las empresas más grandes de alimentos de Grecia. Los primeros cuatro años que trabajé aquí fueron muy buenos. Pero con la crisis todo cambió. Empezó a crecer el desempleo. Hace dos años empecé un negocio independiente como representante de exportaciones de dos empresas griegas de alimentos.
El nuevo Gobierno que llegó desde enero ofreció acabar con el desempleo. Pero lamentablemente no ha tenido la capacidad de llegar a un acuerdo con el resto de países europeos y convencerlos de su tesis de manejo de la deuda y eso ha desembocado en un problema serio. Hay una división muy grande en Grecia, unos a favor de seguir con el euro y otro porcentaje que cree que debemos salir.
Yo voté sí el domingo pasado porque el país necesita una inyección de capital urgente. Los bancos cerraron y ha existido una demanda increíble de gente que quiere sacar su dinero del banco. Se ha terminado el efectivo en los bancos y a menos que Grecia encuentre un acuerdo con los acreedores en los próximos días los bancos se mantendrán cerrados por unas semanas más.
Eso ha complicado al área comercial. Las importaciones se han congelado. Las arcas fiscales se encuentras prácticamente vacías este momento. Yo lo veo como un problema cardiaco, como si se hubiera parado el corazón de la economía que son los bancos y prácticamente nada funciona. Si no se llega a un acuerdo económico lo más probable es que el Gobierno se vea en la obligación de emitir moneda nacional para que puedan abrir los bancos y eso sería una catástrofe porque el Estado no tiene garantías, no tiene fuentes de ingresos y tampoco puede hacer préstamos porque ahora está como pagador incumplido porque no se pagó una cuota de unos USD 1 800 millones el 30 de junio al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los analistas económicos dicen que el mismo día que se imprima la moneda nacional perdería un 50% frente al euro.
Yo estaba en Ecuador cuando congelaron los depósitos. Tenía 20 años y estaba estudiando la universidad en Quito. Yo solía hacer las compras y recuerdo que durante el tiempo del feriado bancario los precios cambiaban de un día para otro por la devaluación del sucre. Los precios del pan, de la leche, de la carne, de los pasajes, de los almuerzos subían.
Muchas fábricas cerraron y hubo una migración muy fuerte de ecuatorianos. Nos vimos en la obligación de adoptar el dólar. Pero luego los precios se estabilizaron y la economía empezó a crecer.
Pero en Grecia yo veo que quieren hacer lo contrario: salir de una moneda estable y fuerte a una moneda débil. Eso sería un suicidio.
Comparado con lo que pasó en Ecuador, yo creo que la situación en Grecia es mucho más difícil. La gente está desanimada. Han sido cinco años de ajustes económicos brutales. El costo de la vida ha subido. Los impuestos han subido en un 300%. El pago de la planilla de la luz, por ejemplo, ha subido en un 100%.
Los salarios bajaron. Mi esposa es empleada pública. Ella ganaba en el 2011 cerca de USD 1 500 mensuales, hoy gana USD 900 al mes.
El problema es que Grecia es un país que casi no produce. Un 70% de lo que se consume en Grecia es importado. La carne viene de Holanda y Francia, la leche viene de Alemania, los limones traen de Argentina, los aguacates traen de África, los muebles traen de Italia, la ropa importan de Turquía. De continuar los bancos cerrados, se teme que escaseen medicinas y productos alimenticios en estos días.
Debido a que Grecia está en la Unión Europea sus fronteras están abiertas y no se ha sabido proteger a la industria local.
Yo como exportador tengo también muchas complicaciones porque yo trabajo con bancos, pero yo tengo dos hijos y tengo que seguir adelante aquí. Voy a seguir luchando. Es un país muy agradable, con gente muy amable que nos hace sentir como en casa, aunque lastimosamente todos los eventos políticos y económicos han hecho que la situación se ponga difícil.
Esperamos que, con el referendo, el Gobierno tenga la capacidad de encausar nuevamente el destino del país”.