El Senado estadounidense aprobó anoche una histórica Ley de Reforma Financiera, la mayor normativa de regulación sobre Wall Street desde la época de la Gran Depresión. Esta resolución dejó al presidente Barack Obama en el umbral de un nuevo gran éxito político.
La Ley pasa ahora a una conferencia entre ambas cámaras que deberá refinar el texto de la legislación y se espera que esté en el escritorio de Obama para su firma hacia el 4 de julio, el Día de la Independencia.
La votación fue 59-39, con varios republicanos apoyando al oficialismo demócrata, entre ellos Scott Brown, de Massachusetts, Chuck Grassley, de Iowa, y Olympia Snowe y Susan Collins, de Maine.
La reforma, celebró el presidente del partido demócrata, Tim Kaine, pondrá un freno “sobre las riesgosas prácticas financieras de los grandes bancos y ampliará las protecciones para las familias estadounidenses y los contribuyentes”.
Los demócratas llegaron a la votación al finalizar el obstruccionismo republicano. Pocas horas antes, por 60-40, los demócratas lograron poner fin al debate y abrieron las puertas al tramo decisivo de la noche.