Desde este sábado 12 de marzo del 2022, el precio base de la gasolina súper será de USD 3,98. Aunque el incremento se ha dado según las variaciones de mercado, la calidad se mantiene entre las más bajas de la región.
Esta variación representa un 8% más con relación al último precio. Esto se debe principalmente al alza del petróleo West Texas Intermediate (WTI), que sirve de referencia para Ecuador, por el ataque de Rusia a Ucrania. El barril de crudo se ubicó este viernes por los USD 109.
Con el precio base, las estaciones de servicio pueden establecer sus propios precios de venta, porque el margen de ganancia de este combustible es libre. No obstante, el encarecimiento de esta gasolina no compensa su calidad.
En el país se comercializa gasolina de entre 85 y 92 octanos. La Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) alertó sobre los altos niveles de azufre en los combustibles ecuatorianos. Estos pueden llegar a hasta 650 partes por millón (ppm) en la gasolina; cuando estándares internacionales establecen que no deben superar las 10 partes ppm.
Petroecuador señaló que los niveles de octanaje de los combustibles son compatibles con la norma técnica Euro 3, aplicada desde 2017, pero en Europa, Estados Unidos y en otros países desarrollados se emplean combustibles que cumplen con la norma Euro 6. Esta sirve de referencia para generar menos contaminación y una mayor durabilidad de los motores.
Para Fernando Santos, ex ministro de energía, el problema de que Ecuador no pueda producir combustible de mejor calidad se debe a la obsolescencia de las refinerías, que no cuentan con infraestructura y tecnología actualizada.
Durante un tiempo, el Gobierno intentó incrementar el octanaje con tetraetilo de plomo, explicó Santos. Pero esta acción fue suspendida a inicios del 2000 por los componentes tóxicos.
Desde entonces, no se aplicaron acciones para mejorar el proceso de las refinerías y, por ende, de la calidad de los combustibles. Según el ex ministro, el Gobierno tuvo que destinar los recursos para cubrir el monto de subsidios de los combustibles, en vez de invertir en la mejora de la infraestructura petrolera.
Para mejorar el desempeño de las refinerías de Esmeraldas, La Libertad y Shushufindi, el gerente de Petroecuador, Ítalo Cedeño, explicó ante la Asamblea Nacional que se requieren unos USD 2 500 millones. Para ello, es necesaria la inversión extranjera, comentó, en el marco del análisis del proyecto de Ley para la Atracción de Inversiones, que se encuentra en el Legislativo.
Mientras estas mejoras lleguen a concretarse, las personas deberán buscar alternativas para gastar lo menos posible en la compra de gasolina. El analista económico, Oswaldo Landázuri, señaló que desde hace tiempo se ha evidenciado la migración de usuarios de la gasolina súper a la extra o ecopaís. Y en este panorama, “cada vez menos personas van a comprar la súper”, auguró.
De acuerdo con información de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), desde el 2012, el consumo de la súper ha registrado una disminución constante. En ese año representaba el 13,8% del consumo de los combustibles para autos; ahora alcanza el 4,2%.
Tenga en cuenta
Alfonso Loja, presidente de la Federación Nacional de Mecánicos Automotrices Artesanos del Ecuador, explicó que la mayoría de autos modernos necesita de gasolina súper para su mejor desempeño, pero las personas priorizan el ahorro.
Cuando se cambia de súper a otras gasolinas hay mayores problemas con los motores. La principal afectación es el taponamiento de los catalizadores. Esto requiere de un mantenimiento más constante de los inyectores.
Al usar gasolina de menor octanaje, el vehículo pierde potencia, por lo que se necesitará acelerar más. Esto, a la larga, hará que consuma más gasolina y se requiera recargar con más frecuencia. Es un gasto adicional.
Si los conductores optan por usar gasolina como extra o ecopaís hay algunas opciones para minimizar los impactos. Una de ellas es colocar un aditivo que es un elevador de octanaje, cada vez que se llena el tanque.