Con optimismo, aunque sin profundizar en la información, el secretario nacional de Planificación, Fander Falconí, y el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Byron Villacís, señalaron que el “espectacular desarrollo económico del 2011 influyó en los indicadores de pobreza, desigualdad y empleo”.
Según las cifras dadas a conocer ayer por ambos funcionarios, la pobreza bajó del 33%, en el 2010, al 28,6% en el 2011. “El gran crecimiento del 2011 está explicado por un ‘boom’ de los precios de las materias primas en el mundo, por un mayor consumo de los hogares y por la mayor inversión pública y privada”, explicó Falconí. Sobre la inversión privada, Falconí no dio un dato concreto, ya que afirmó que “la tarea de desagregar la inversión pública de la privada está pendiente”.
En cuanto a la desigualdad, el Régimen aseguró que en este último año el coeficiente de Gini cayó de 0,50 a 0,47. Cuando el índice se acerca a cero existe una menor desigualdad.
Este tema ha sido observado y criticado por varios analistas, como Mauricio Rodas, quien, amparado en un informe de la Cepal, ha señalado en varias ocasiones que “entre el 2008 y el 2010 el Ecuador ha sido uno de los países de América Latina donde más ha crecido la brecha entre ricos y pobres”.
Algo que Falconí negó asegurando que “solo basta ver la evolución del índice de Gini”.
Villacís, por su parte, explicó que la línea de pobreza al 2011 se ubicó en USD 72,87 mensuales. Es decir, quienes tienen más de esos recursos no son pobres y quienes tienen menos son pobres. El próximo viernes se presentarán los resultados del Plan Nacional para el Buen Vivir, en Carondelet, donde Falconí ofreció dar más detalles.