Desde el puerto de Balao en Esmeraldas se transporta el crudo. Foto: archivo EL COMERCIO
La fórmula de facturación de crudo de dos contratos de preventa que se suscribieron con Petrochina y Petrotailandia dejaron un perjuicio de USD 92,7 millones para Petroecuador.
Esta es una de las conclusiones del informe final de la Contraloría, aprobado el 30 de mayo, a los contratos 2013084 y 2016916, firmados el 3 de agosto del 2013 y 1 de diciembre del 2016, respectivamente.
El primero fue firmado por el exgerente de Petroecuador, Marco Calvopiña, y quien está preso por asociación ilícita. El segundo fue suscrito por Pedro Merizalde, también exgerente. La Fiscalía abrió dos investigaciones en su contra por supuestos enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
Como parte de los exámenes especiales también se analizaron las adendas a estos contratos y el mayor perjuicio está relacionado con el valor de transporte de crudo, que Petroecuador reconoció a las empresas china y tailandesa.
En los contratos se fijó un costo de flete con buques Panamax (con 360 000 barriles de capacidad), pero las empresas transportaron el crudo ecuatoriano en buques Aframax, Suezmax y VLCC, que son de mayor capacidad y, por tanto, menor costo. Solo el Aframax tiene una capacidad para 700 000 barriles.
De acuerdo con información de la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec), citada por la Contraloría, 43% de los cargamentos de petróleo (tipo Oriente) con cargo al contrato de Petrotailandia se hizo con embarques Aframax.
En cambio, 93% del crudo comprometido y entregado a Petrochina, con base en el contrato 2013084, fue transportado en buques de mayor capacidad que los Panamax; esto es: Aframax, Suezmax y VLCC.
En ambos contratos se establecieron costos considerando las rutas Esmeraldas-Houston y Esmeraldas-Los Ángeles (Estados Unidos).
Pero no siempre el crudo comprometido con China fue a esos destinos, sino a Perú y Chile, lo cual reveló este Diario en una investigación publicada el 21 de febrero del 2017.
El flete, según Contraloría, se pagó sin realizar una liquidación al transporte utilizado, lo cual generó un perjuicio de USD 87,4 millones.
Petroecuador reconoció a los auditores del examen que los contratos solo admiten buques Panamax, por lo que el órgano de control precisa que el problema no fue advertido antes de la firma del contrato y se mantuvo el flete buques Panamax, que no se ajusta al tipo de buque usado con mayor frecuencia y esto afectó la rentabilidad de la estatal ecuatoriana.
Adicionalmente, los contratos se firmaron pese a que un informe de la consultora Arthur D’Little advirtió a Petroecuador que el transporte en buques más grandes significaba menos costos.
El examen de Contraloría también cuestionó el cambio de un factor en la fórmula para la venta de petróleo. Se trata de la calidad, que se mide por los grados API. A mayor grado API, la calidad y el precio es mejor y se reduce el castigo.
En el caso del crudo Napo para entrega a Petrochina se fijó una calidad de 18 y 20,8 grados API, según el contrato 2013084. Pero en enero del 2016 esto cambió sin sustento técnico. Petroecuador aceptó elevar el indicador de calidad de este petróleo a un rango de 19,7 a 20,8 grados API.
Las facturas examinadas evidencian que esto significó aplicar un mayor castigo al crudo y, por ende, que el país reciba menos ingresos.
La Contraloría cuantifica en USD 5,4 millones el perjuicio por este tema y cuestionó la falta de información que entregó la empresa Petroecuador para justificar las condiciones de los contratos.
Nilsen Arias, exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador y responsable de estos cambios, justificó la decisión en un informe de asesoría internacional que consideró razonable ajustar el grado API.
Ese argumento no fue aceptado, pues en el mismo informe también se advertía que una revisión a la calidad del crudo implicaría un impacto negativo en los ingresos, un punto que no fue observado por las autoridades de ‘Petro’.
Este Diario envió preguntas vía correo electrónico a Arias desde que estuvo en el cargo y después que salió de Petroecuador, a mediados del 2017, pero no obtuvo respuesta. La Fiscalía lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito.
Los auditores tampoco encontraron alguna documentación que sustente el beneficio para Petroecuador de realizar el cambio en la fórmula y por tanto dispuso a la gerencia de Comercio Internacional que verifique la operación del transporte para evaluar el costo del flete.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, también cuestionó este rubro y el tema fue incluido en la renegociación, cuyo proceso concluyó en mayo de este año. Para entregas futuras de petróleo se tendrá en cuenta los barcos efectivamente utilizados.
El beneficio para Ecuador por este tema es de USD 280 millones hasta el 2024. También se renegoció el premio y las empresas asiáticas pagarán USD 0,90 extras por barril, lo cual significa USD 257 millones más de ingresos. En total, la renegociación dejará un saldo a favor de USD 561 millones, dijo Pérez.