Phillipe Baril, presidente de Quiport, explica los beneficios del nuevo aeropuerto y sus acuerdos con nuevas aerolíneas que tendrán vuelos directos en el país
¿Cuál será el efecto de contar con un aeropuerto listo sin las vías de acceso?
Será una incomodidad mental para la persona, porque en lugar de salir unos minutos antes para recoger o despedir a alguien tendrá que hacerlo con más tiempo. No será incómodo para quien viaje, porque estará preparado.
¿Habrá una disminución en el flujo de pasajeros?
No lo creo. El pasajero que utiliza el avión va a seguir usándolo, ya que es una necesidad.
¿Quiport va a tomar acciones para facilitar el traslado?
Sí. El Alcalde de Quito se ha preocupado de ello, hemos previsto hacer una estación de buses. Y que salgan unidades cada 20 minutos al nuevo aeropuerto.
¿Cómo ayudará el nuevo aeropuerto a reducir las demoras de las aerolíneas?
Es un punto muy delicado para contestar. No es cuestión del aeropuerto. Si la aerolínea llega 45 minutos tarde, desde luego que desfasa nuestro programa. Eso pasa en todos los aeropuertos del mundo. Las aerolíneas tienen sus retrasos por cuestiones de seguridad, como que un fusible no funcionó adecuadamente, etc.
¿Cuál es el grado de responsabilidad del aeropuerto en las demoras de los vuelos?
Nosotros no tenemos ningún grado de responsabilidad. Las demoras de las aerolíneas no son por nuestra culpa. Nosotros cumplimos con revisar a los pasajeros.
Respecto a los costos aeroportuarios, el de Tababela será uno de los más caros en la región, según varios analistas. ¿Qué tan competitivo será ese aeropuerto?
Va a ser muy competitivo, pero al tratarse de una nueva infraestructura se tendrá que pagar. El Gobierno no tiene por qué hacerlo. En todos los aeropuertos del mundo este pago se deriva a las líneas aéreas. Los cargos del aeropuerto constituirán el 4% de los costos del boleto.
¿Qué incluirá ese 4%?
Todos los servicios.
Uno de los temores es que las aerolíneas decidan trasladar su operación debido a las tarifas que cobra Quiport.
Estamos en un país libre, las empresas pueden decidir desde dónde quieren operar.
Pero es parte de su negocio mantener a las aerolíneas.
Eso no va a suceder. Estamos hablando de cosas subjetivas.
¿Ya entregó a las aerolíneas la información para que estas armen sus presupuestos?
Por supuesto, ya lo entregué. Les di el estudio de pasajeros de la compañía SH&E. Incluso, mantuve 20 citas con una aerolínea para ampliar nuestra demanda. Yo no estoy esperando en el aeropuerto para ver quién quiere venir. Yo estoy en la promoción de traer nuevas líneas aquí.
¿Qué les ofrece?
Hoteles, negocios… Yo vendo Ecuador. Ofreceremos 6 000 empleos directos y 15 000 indirectos en el nuevo aeropuerto.
¿Y cuáles han sido sus resultados hasta la fecha?
No voy a decir nombres, pero ya hay cinco firmas interesadas para el nuevo aeropuerto. Del Mariscal Sucre no se puede volar directo hacia Nueva York o Chicago. Todo sale desde Guayaquil.
¿Cuál es la razón técnica de esa limitación en Quito?
Los aviones están diseñados para realizar sus operaciones a alturas menores a 8 000 pies (2 400 metros). En el nuevo aeropuerto estaremos a 2 400 metros sobre el nivel del mar.
Cuando se realicen vuelos directos desde Quito a Madrid o Ámsterdam, ¿se traducirá en pasajes más baratos?
El beneficio será para las aerolíneas. No nos va a mejorar económicamente. Por ejemplo, KLM despega con 30 toneladas de flores, pero no puede salir cargado desde Quito. Entonces, envía las 30 toneladas por camión a Guayaquil y tiene que pagar dos veces. Eso ya no pasará con el nuevo aeropuerto y será un beneficio.
Justamente. Al evitar el viaje a Guayaquil existirá un ahorro del combustible. Eso debería traducirse en un beneficio para el consumidor.
El pasajero está beneficiado. El costo de operación los aviones es elevado. El barril de combustible costaba USD 36, hoy está en USD 96. Pero Quiport no cobra el boleto, lo hace la aerolínea. Yo no quiero hablar de las aerolíneas. Yo no pongo el precio ni las tasas.
Cuando el Municipio defina las tasas aeroportuarias, ¿Quiport tendrá su parte?
Claro que sí. Firmaremos con IATA, que representa a todas las aerolíneas, un convenio en la que aceptarán todas las tasas.
¿Qué tasas?
Están definidas. La negociación con las aerolíneas no se hace a último momento. Pero es algo que no me corresponde informar.
¿La asignación de locales comerciales ya está definida?
No. A las aerolíneas sí. Ellas ya saben qué locales tendrán y cuánto van a pagar. Hay gente que nos dice que necesita más espacio.
¿Cuándo iniciará la asignación de locales comerciales?
Empezará en enero. La gente del antiguo aeropuerto tiene preferencia. Pero queremos también gente nueva.
¿Con cuántos locales contará el nuevo aeropuerto?
Si en el Mariscal Sucre hay más de 200 locales, allá serán 100.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Presidente y Director de Quiport, empresa que administra el aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito.
Su punto de vista. Las compañías aéreas ya tienen armados sus presupuestos. Hay 5 firmas interesadas en volar directo hacia el nuevo aeropuerto.