Luego de un año de la primera reunión binacional entre los mandatarios de Ecuador y Colombia, el proceso de reducción de tarifas aéreas entre los países, que ambos ofrecieron, se cumplió a medias.
Carlos Jácome, presidente del Consejo Nacional de Aviación Civil, señaló que “las tarifas para los tiques aéreos se redujeron en al menos 50% a partir del 9 de julio pasado cuando la estatal Tame empezó a operar la ruta Quito-Bogotá-Quito ”.
Pero esto solo es una parte del acuerdo, pues Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, dijo en diciembre del 2011 que “la idea era que todos los vuelos entre los dos países sean considerados nacionales y además, se permita que varias aerolíneas ofrezcan vuelos económicos”.
Así, según agencias de viajes consultadas, hasta el primer cuatrimestre del 2012 un pasaje Quito-Bogotá oscilaba entre USD 500 y 800, según la fecha en la que el usuario adquiera su boleto. En cambio, después de esta fecha, Tame ofrece tarifas entre USD 398 y 708.
La reducción de precios habría sido mayor si se concretaba la reducción de tasas, algo que no sucedió porque las autoridades de ambos países no consideraron los compromisos que habían asumido con los concesionarios de los aeropuertos.
Así, si alguna autoridad de los dos países decide bajar las tasas deberá compensar a la empresa concesionaria, ya que esa decisión le significaría una reducción de ingresos.
La mayoría de pasajeros de Colombia y Ecuador sale por aeropuertos que están concesionados a empresas privadas, las cuales tienen contratos firmados donde se garantiza el cobro de la tasa aeroportuaria.
Marco Subía, presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas del Ecuador (Arlae), señaló que hasta el momento no se ha tratado nada sobre el cambio de denominación de los aeropuertos. “La nueva tarifa no se ha podido aplicar. Es un tema que está en estudio”.