Los productos de primera necesidad registran nuevamente un incremento de los precios. Se da después de una leve estabilización, tras el impacto al alza que ocasionó el paro nacional.
La inflación anual de septiembre fue de 4,12%, la segunda más alta del año, después de junio. Los expertos estiman que el aumento de precios se mantendrán en niveles cercanos hasta fin de año.
José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), explicó que hay un factor estacional que ha influido. Este fue el retorno a clases en la Sierra, donde los precios de útiles escolares y afines fueron mayores que en 2021.
También incide de nuevo el alza del precio de alimentos, por el encarecimiento de los insumos y materias primas importadas. Además, por el efecto de fenómenos locales como la pérdida de cosechas por las heladas, dice el analista económico Jorge Calderón.
La dolarización y el precio congelado de algunos combustibles ha logrado mantener los niveles bajos de inflación en comparación con otros países de la región.
De todas formas, Calderón estima que la inflación al terminar el 2022 será superior al 3,5%.
Por lo general, en el último trimestre del año se registran los mayores niveles de inflación. Para Hidalgo, los alimentos continuarán teniendo una alza de precios con gran incidencia. Pero esto se verá equilibrado con la leve caída del precio de las gasolinas liberadas (súper y ecoplus), por la disminución del precio de petróleo, que cree siga hasta fin de año.
Industrias asumen la inflación
El sector productivo ha tenido el mayor impacto de la inflación. Si bien los efectos suelen ser diferenciados en cada sector y dependen de la estructura productiva de cada cadena, el encarecimiento es evidente.
Los costos de los insumos, bienes intermedios y logísticos han aumentado drásticamente. Incluso se han multiplicado por siete en algunos rubros en los últimos años, opina Pablo Jiménez, vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción.
Los motivos son varios: la pandemia, la crisis de contenedores, la baja producción agrícola, el conflicto bélico, entre otros.
Muchas de las empresas e industrias están asumiendo este aumento de costos, asegura el directivo. A septiembre, la inflación del productor anual ascendió a 7,45%, casi el doble que la inflación al consumidor.
Esto se ha sentido de mayor forma por las importaciones, comenta Javier Díaz, presidente Ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles. “Hemos estado sometidos a esa variación de precios internacionales”.
La mayoría de los insumos, como maquinarias y de materias primas, entre ellas el algodón, poliéster y otros que se usan en el sector proviene del exterior.
Pese a que los costos textiles han subido de precio, esto no se ha reflejado en sus ingresos de comercialización. “No hemos trasladado todo el impacto al mercado, porque este no lo permite”. La industria local debe competir con la producción importada, con el contrabando constante y el comercio informal, asegura Díaz.
Para Hidalgo, las empresas tampoco pueden trasladar el aumento de su costo de producción, por la situación económica. “Los ingresos de los ecuatorianos no han tenido variación”.
Por eso, los productores han buscado nuevos mecanismos para proveerse de insumos. Además, han aplicado medidas de productividad y procesos de reorganización de gastos y costos internos. De esa forma, esperan mantener el ritmo de recuperación con mayores niveles de facturación, sobre todo en los últimos meses del año.
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