Los pocos mangos que se encuentran en las perchas del mercado Municipal de Santo Domingo están verdes y con manchas negras.
“La temporada de este producto terminó y se está vendiendo solo lo que nos ha sobrado”, dice la comerciante de frutas, Luis María Pérez.
El lugar que ocupaba el mango ahora empieza a llenarse con frutas como la naranja y el achotillo. El ciento de naranjas ecuatorianas se comercializa en USD 5, mientras que la que se importa de Colombia se oferta en USD 12. Son entre USD 1 y 2 menos de lo que se vendía hace dos semanas, cuando todavía no existía abundancia de la fruta.
La fruta es demandada en Santo Domingo, pues sirve para sofocar de una forma sana y natural el ambiente húmedo tropical con jugos o refrescos. Es común encontrarla a la venta en los triciclos de los vendedores informales, especialmente en el centro de la urbe.
El achotillo, en cambio, se vende en USD 1 las 15 unidades. Apenas está apareciendo, pero se espera que haya estabilidad en el precio, pues no es una fruta muy demandada.
Las personas, según Maritza Pinta (otra comerciante), prefieren frutas como la claudia, cuyo precio al por mayor se redujo. La caja costaba hasta hace dos semanas en USD 10 y ahora el precio es de 5.
La fruta viene desde Ambato. Los consumidores minoristas compran la funda llena a USD 0,50. La consumen fresca y también en postres como claudia en dulce de almíbar.