La presencia de un piquete de Policía cogió desprevenido a Pedro Méndez. A las 23:50, este joven aún vendía bebidas alcohólicas en su licorera BEE, ubicada en la avenida 12 de Abril, sector del Puente Roto.
El comisario Sebastián Lara le obligó a cerrar la amplia ventana para ponerle el sello de clausura. Fue la primera de las 15 tiendas y licoreras clausuradas la noche de anteayer y madrugada de ayer en Cuenca, en el inicio de los operativos iniciados por la Intendencia de Policía. También hubo 14 detenidos.
Los propietarios de bares incumplieron la nueva disposición emitida por el Gobierno. El operativo empezó a las 23:30. A esa hora, la céntrica Calle Larga y la av. Remigio Crespo, las de mayor número de bares y licoreras, tenían alta concurrencia de jóvenes que bebían.
Los detenidos fueron precisamente personas en estado de embriaguez que provocaban escándalo en la vía pública. Hubo propietarios de bares que argumentaron que desconocían la nueva disposición. Pero Lara les explicó que el desconocimiento no exime su responsabilidad.
A la medianoche se clausuró el bar de Verónica Caranqui, en la Remigio Crespo. Ella contó que ese mismo día -en la mañana- había actualizado el permiso de su negocio y que nadie le informó de la nueva disposición ministerial que busca reducir los índices de inseguridad y muertes en el país.
Según ella, por los ocho días de cierre obligado que establece la clausura deja de vender unos USD 2 000. Aparte deberá cancelar USD 100 de multa para actualizar el permiso. A Francisco Flores, del mismo sector, propietario de una licorera, tampoco le gustó el control.
El hombre fue agresivo contra los periodistas de varios medios que cubrían el operativo. Primero los sacó a empujones de su negocio y luego les lanzó una botella vacía de cerveza contra el cercado de hierro, para impedir que filmaran o tomaran fotografías.