[[OBJECT]]El solo hecho de haber anunciado nuevos impuestos sobre el licor provocó que los precios de estos productos empezaran a subir.
Eso es lo que ha enfrentado Laura García, propietaria de una bodega de licores y confites, en el mercado de Santa Clara, norte de Quito. Dice que los precios de las bebidas alcohólicas subieron un 10% en las últimas dos semanas.
“El vino subió de USD 7 a USD 8. La botella de vodka pasó de USD 16 a USD 22. Con esta situación prefiero no hacer más pedidos. Voy a esperar a que se comercialice todo lo que tengo y a ver qué pasa con los nuevos impuestos que se han fijado”.
La Reforma Tributaria establece un aumento del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) de hasta USD 6,20 por litro, de acuerdo al grado alcohólico. Los licores importados tienen un impacto doble, ya que sobre estos pesa el incremento del 2% al 5% del Impuesto a la Salida de Divisas.
Los comercializadores de estos productos, entre los que se encuentra García, aseguran que los distribuidores empezaron a vender los productos a mayor precio.
Y los distribuidores señalan que quienes subieron los precios fueron los importadores. Susana Ruiz, propietaria de la distribuidora de dulces, cosméticos y licores La Bola de Oro, está entre quienes han sufrido el impacto.
“Cordovez y Liquor, que son dos importadoras, ya han incrementado los precios. El aumento es de alrededor de un 5% y lo sentimos desde hace unas tres semanas. Pero nosotros no hemos trasladado el costo a los usuarios”, explicó.
En ese establecimiento la botella de Grants cuesta USD 19,80, la de Vodka Russkaya USD 7,56 y se encuentran vinos desde USD 8,32. El despacho de estos ítems a su negocio ha sido irregular.
Lo mismo han enfrentando quienes venden licores nacionales. La dueña de un comercio, que prefirió la reserva, dijo que las industrias nacionales pasaron ya un listado con los nuevos precios, pero no les han estado dejando el producto.
Sin embargo, Jorge Talbot, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros, explicó que se ha estado despachando con normalidad y que con el nuevo impuesto los precios de las bebidas alcohólicas nacionales subirán un 45%.
En los almacenes de ropa y electrodomésticos también se espera un aumento de precios en las próximas semanas. Al momento no ha existido incremento alguno.
De ello da cuenta Édison Cano, propietario del almacén Electrocentro, ubicado en el sector conocido como la calle Ipiales, donde los consumidores son de clase media y estratos populares.
Según Cano, se espera aumentos de entre USD 25 y USD 50 en refrigeradoras, lavadoras y televisores, cuyos precios fluctúan ahora entre USD 500 y USD 1 000.
El alza será directa consecuencia del aumento del Impuesto a la Salida de Divisas determinado dentro de la Reforma. La mayoría de productos de línea blanca vienen de México y China, por lo que los aumentos serán inminentes.
El escenario podría bajar la demanda de la mercadería y afectar a la utilidad de los comerciantes, señala Cano, quien destaca que se verán beneficiadas marcas nacionales como Indurama.
Isabel Lucero, propietaria del Comercial Mil, proyecta un incremento de precios mínimo en el orden del 3% como consecuencia del ISD.
La ropa importada también se prevé que suba de precio. Laura Silva, propietaria del almacén La Bomba, dice que esto también es producto del aumento de los valores de materias primas como el algodón.
Productores locales de prendas como Eduardo Bastidas, dependiente de Almacenes Maité, también creen que se encarecerán los costos. Bastidas importa materias primas desde Colombia para fabricar medias y supone que estas sí subirán con la Reforma. Aunque el Gobierno ha informado de un esquema de devolución del ISD para materias primas a través de un crédito tributario, no sabe cómo será este mecanismo, ni cómo beneficiarse de él.