El 17 de febrero Ecuador firmó un convenio con Venezuela para exportar 2 500 vehículos de transporte entre buses, taxis y furgonetas por USD 150 millones.
El proyecto dará un respiro a la industria carrocera nacional, que enfrentó problemas en el último lustro. Según la Cámara Nacional de Fabricantes de Carrocerías (Canfac), las 130 empresas más importantes, de las 287 existentes, produjeron 700 carrocerías en el 2010. “El trabajo decayó en in 50%”, señala Ignacio Vargas, presidente de Canfac.
Vargas aseguró que si se cumplen el contrato y las especificaciones técnicas, en los próximos 5 años se podrán fabricar otras 4 000 unidades de transporte.
De ahí que el convenio es un reto para la industria nacional, ya que deberá fabricar 1 000 buses para renovar el transporte público en Venezuela. Los ingresos serán de USD 73 millones y se estima que generará 1 400 nuevos empleos directos e indirectos.
En este escenario, Ambato es la principal ciudad donde se concentra esta industria.
Allí se fabricarán las carrocerías para 800 microbuses, 100 buses para 48 pasajeros y 100 autobuses de cama baja para el servicio urbano.
La construcción de carrocerías se inició en 1963 en Ambato, con la instalación de la prime-ra empresa: Varma.
Luego surgieron otras como Picosa, Ibimco, Cepeda, IMCE, Serman y Ecuabuss.
Santiago Vargas, gerente de Varma, asegura que su empresa está en capacidad de producir un bus por día, gracias al trabajo de 120 personas.
“En los primeros dos meses del 2011 ha habido una recuperación. Con esta venta se espera que la situación mejore”.
De este proyecto también esperan beneficiarse los 22 socios de la Cooperativa Artesanal de Carrocerías Metálicas de Tun-gurahua. Pedro Santos, su pre-sidente, indica que podrían abastecer de las partes para armar las carrocerías. “El gremio está capacitado para cubrir esta demanda. Eso nos ayudaría a salir de la difícil situación eco-nómica actual”.
Otra ciudad donde la industria carrocera tiene presencia es Santo Domingo. Sin embargo, el convenio con Venezuela no caló en todos. De los 15 negocios de carrocerías existentes, cuatro le apostaron a la propuesta.
Estos conformaron la firma Ecovans Ecuador, que se encargará de entregar 500 furgone-tas. Abel Herrera, presidente de Ecovans, dijo que en un mes viajará a Hong Kong (China) para comprar los esqueletos de los vehículos.
Las furgonetas son de última generación. En el Ecuador no se tiene experiencia en el ensamblaje de estos modelos, sin embargo, Herrera asegura que eso no será un problema. “Las piezas vienen listas para armarse. Hemos construido carrocerías enteras y eso es mucho más complicado que el ensamblaje”.
Cada 60 días se deberán despachar 100 vehículos desde el país. Para lograrlo, el repre-sentante de Ecovans dice que se requerirá incorporar a nuevos fabricantes interesados en el proyecto.
Se espera que tras cumplir con el primer compromiso, Venezuela solicite otras 2 500 furgonetas. Se las comprará a través de una firma que fue creada en Ecuador y que funciona en Ambato. Se trata de la Asamblea Socialista Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Transporte y Servicios Conexos (ASNT). Este ente ha logrado un préstamo que permitirá invertir en el país más de USD 100 millones, en consolidar esta primera etapa.
La expansión es con nuevos mercados
Summary: Los carroceros del país tienen claro que unificarse es la medida que deben aplicar para crecer. Por ello, el primer paso fue la creación de la empresa Ecobus, que agrupa a carroceros de Tungurahua, Santo Domingo y próximamente del Azuay, aunque hay la apertura para que participen empresarios de otras provincias.
“El país tiene un gran potencial para la exportación de carrocerías y a eso debemos apuntar”, señaló Alfonso Villacís, impulsor de la creación de Ecobus y propietario de la carrocera Asia Motors.
Para este año se proyecta que el país exporte buses urbanos, de turismo, automóviles, entre otros medios de transporte, a Venezuela, Perú y Chile.
Este último país estaría interesado en 450 unidades de buses eléctricos urbanos.
“Incluso habría interés de países como México para instalar plantas industriales, que generen productos de calidad y sobre todo que ofrezcan energía limpia”.
La demanda podría ser mayor pero la industria enfrenta problemas para crecer, porque el país no produce acero, aluminio y otros tipos de insumos utilizados en la fabricación de carrocerías.
Otro problema es el retraso en los pagos de algunos compradores. Por ello, algunos empresarios temen apostar por la exportación, principalmente a Venezuela, dadas las dificultades para el cobro de deudas pendientes.