Decenas de personas acuden diariamente a las agencias del Servicio de Rentas Internas (SRI) para solicitar sus claves electrónicas personales. La razón es que desde el 1 de mayo los formularios físicos dejarán de existir y los procesos tributarios se realizarán a través de la web de la entidad.
Según los funcionarios del SRI, las largas filas de los últimos días se explican, en buena parte, por la afluencia de contribuyentes en busca de este requisito. Por esa razón, aunque el trámite es rápido (menos de cinco minutos), la espera por el turno puede ser larga.
Es lo que le sucedió a Daniela Rivadeneira, quien ayer acudió a las oficinas del SRI a realizar el trámite. Debido a la cantidad de gente, no tenía dónde sentarse, así que aguardó de pie hasta que la máquina de turnos desplegara su número. La espera duró más de media hora. “Un amigo me dijo que la persona que le ayuda con sus trámites de impuestos le había dicho que hay que sacar la clave porque ya no habrá más formularios; así que vine hoy día”.
Como ella, varias personas tenían conocimiento de esa decisión del SRI y otras, como Martín Álvarez, recién se enteraban ese momento de la medida tomada.
“Últimamente, he tenido problemas para conseguir y comprar los formularios. Hoy vine a preguntar una cosa puntual sobre mis declaraciones de Impuesto al Valor Agregado (IVA) y me enteré de esto. Lo que me molestó es que me haya enterado por una conversación entre las personas y no por el propio Servicio de Rentas”.
Para la nueva directora de la Regional Norte de la entidad tributaria, Paola Hidalgo, todo forma parte de un proceso para facilitar los trámites tributarios y con el fin de beneficiar a los ciudadanos.
Actualmente, los contribuyentes cuentan con 31 formularios para registrar los distintos tipos de impuestos. Todos estarán desde mayo en la página electrónica www.sri.gob.ec, por lo que ya no hará falta comprarlos en lugares autorizados para venderlos.
Para solicitar la clave, el contribuyente debe acercarse personalmente (o autorizar a un tercero mediante una comunicación dirigida al SRI) a las oficinas de la entidad con su cédula de identidad y su papeleta de votación.
Tras digitar los datos, el funcionario de la entidad le hará firmar un acuerdo de responsabilidad, en el cual exime a la autoridad tributaria de un posible mal uso de la clave que se le otorga.
Es importante que la persona guarde en un lugar seguro el código que le será entregado. En caso de olvidarse o de perderlo, tendrá que volver a hacer de nuevo el trámite. Por el momento, este proceso no tiene ningún costo .
La medida no es del agrado de todos los ciudadanos. Hay también quienes quedan afectados. Se trata de los pequeños comerciantes de formularios que durante más de 20 años se han apostado para comercializarlos a la salida de las agencias tributarias en diferentes ciudades del país.
Varios de ellos, dedicados únicamente a este actividad, están angustiados por su futuro. Ese es el caso de uno de los vendedores de la calle Salinas y Santiago, en el centro norte de Quito. Él, quien prefiere no identificarse, señala a regañadientes “me fregué”. La venta de los formularios le sostenían. Ahora, dice, volverá a emplasticar documentos.