El denominado ‘Consenso de Washington’ que orientó la política económica de países en vías de desarrollo durante décadas ya es historia, declaró ayer el jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.
Tras la crisis financiera de 2008 que devastó la economía mundial, el Estado debe ejercer un mayor papel y controlar los excesos del mercado, según el discurso del director gerente del Fondo, pronunciado en la universidad George Washington de la capital estadounidense.
“El ‘Consenso de Washington’ tenía una serie de lemas básicos: reglas simples para la política fiscal y monetaria garantizarían la estabilidad; la desregulación y la privatización liberalizarían el crecimiento y la prosperidad; los mercados financieros canalizarían recursos a las áreas más productivas”, enumeró el jefe del FMI. “Todo esto se derrumbó con la crisis. El ‘Consenso de Washington’ ya es historia”.
El ‘Consenso de Washington’, que durante los años 80 y 90 alentaron el FMI y el Banco Mundial (BM), fue luego vilipendiado como responsable de crisis en países como Argentina o en países en transición en Europa del Este.
“Claramente, la política monetaria debe ir más allá de la estabilidad de precios, y velar por la estabilidad financiera”. Eso no debe hacerse mediante la utilización de la tasa de interés, sino con otros instrumentos como los niveles de liquidez monetaria. Es necesario un impuesto sobre las actividades financieras para forzar a ese sector a asumir parte de los costes sociales de su actividad inherentemente arriesgada.
“No me malinterpreten: la mundialización dio muy buenos resultados, y sacó a centenares de millones de la pobreza”, explicó Strauss-Kahn. “Pero la crisis y sus consecuencias han alterado fundamentalmente nuestra percepción”. “La crisis surgió de una cultura de riesgo irresponsable que aún está viva. “Necesitamos una nueva forma de mundialización, con un rostro más humano”.