Los seguros para protegerse del impacto de la bancarrota de un país se han convertido en el arma financiera preferida de los especuladores a medida que aumenta la preocupación por la solvencia de los Estados.
Los seguros sobre riesgo de crédito (CDS o Credit Default Swaps) es en origen un simple seguro sobre un crédito emitido por un Estado o una empresa.
Un inversor posee deuda griega, desea cubrirse contra el riesgo de bancarrota de ese país y contrata este producto a través de un “asegurador”. Al fin y al cabo, nada anormal. El problema es que también puede comprar un CDS sobre la deuda griega sin poseer títulos de este país.
“Es exactamente como si yo me asegurara contra un incendio sobre una vivienda de la que no soy propietario ni arrendatario. Todo mi interés será que esa vivienda se incendie para cobrar el seguro”, explica Paúl Jorion, antropólogo, sociólogo y autor de varios libros sobre la actual crisis.
“Los CDS son perversos y actualmente están siendo utilizados para especular con la quiebra de Estados. Fondos especulativos que jamás han invertido un euro en Grecia los han utilizado para apostar sobre la quiebra de este país”, agrega Jorion, quien fue agente de Bolsa en el pasado.
Cuanto mayor es la demanda de CDS sobre un país, mayor es la percepción de los mercados de que ese país está cercano a la quiebra y mayor será el interés del dinero prestado a ese país, lo que lo pondrá en una delicada situación financiera.
La última fase para el especulador es vender esos CDS mucho más caros de lo que los compró, porque el riesgo es mucho más elevado. “El común de los mortales no posee este tipo de inversiones, es gente que trabaja para ‘hedge funds’ (fondos especulativos) o grandes bancos”, destaca Cyril Regnat, del banco de inversión Natixis.
Creados en 1994 por Blythe Masters, del banco de negocios estadounidense J.P. Morgan y “la mujer que ha inventado las armas financieras de destrucción masiva”, según el diario británico The Guardian, los CDS han conocido un desarrollo fulgurante.
Tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre del 2008, estos contratos, hasta ese momento limitados esencialmente a asegurar las deudas de empresas, se ampliaron a los Estados. El monto de seguros suscritos contra una eventual quiebra de EE.UU. es actualmente de USD 5 600 millones, 17 000 millones en el caso de Alemania y 23 000 millones en el de Francia.
Prueba de la incoherencia de la situación, el CDS sobre EE.UU., calificado con “AA+” por las agencias de calificación, cuesta la tercera parte que otro sobre Francia, que posee la mejor nota (“AAA”) .