El nivel de empleo en Ecuador en el primer trimestre de 2022 aún no llegó al del primer trimestre de 2019, previo a la pandemia. Diversos factores pueden influir en mayor desocupación, más informalidad y pobreza en la región en este año.
Así lo destacó la Organización Internacional de Trabajo (OIT), este 1 de septiembre de 2022. El organismo presentó su reporte “Un crecimiento débil y crisis global frenan la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe”. En el documento se detalla el panorama laboral de 14 países de la región.
En el caso de Ecuador, la tasa de ocupación en ese periodo disminuyó 2,6% y se ubicó en 61,8% entre enero y marzo de este año. Mientras que la tasa de desocupación fue de 4,8%, sin mayor variación frente al primer trimestre de 2019.
Para la OIT, este comportamiento es preocupante ya que, en diez de los 14 países, la tasa de ocupación en el primer trimestre de 2022 aún era inferior al valor registrado tres años antes.
No obstante, Ecuador presenta algunos avances en empleabilidad femenina. Por ejemplo, el empleo de las mujeres aún está rezagado frente al de los hombres, pero la diferencia es poco significativa, dice la OIT.
Asimismo, Ecuador se encuentra entre los cinco países donde la tasa de ocupación de los jóvenes como la de los adultos fue superior a la de 2019. Según la OIT, la reducción del desempleo en este segmento estuvo acompañada de un estancamiento o caída en la ocupación, por lo que aquel comportamiento se debe a la menor participación de los jóvenes.
Para Claudia Coenjaerts, directora regional a.i. de la OIT para América Latina y el Caribe, la informalidad laboral ha liderado la recuperación del empleo. El indicador se ha ubicado entre el 50 y 80% entre los países de la región.
La directora, destacó que la región ha registrado una importante recuperación del empleo tras la pandemia. Es así que la tasa de ocupación fue de 57,2% y la desocupación promedio fue de 7,9%. Los porcentajes llegan casi a los niveles del primer trimestre de 2019.
Sin embargo, el panorama laboral enfrenta un futuro complejo e incierto, debido al crecimiento económico bajo, la alta inflación y una crisis global agravada por la agresión rusa a Ucrania.
Esto puede incentivar el aumento de la desocupación, de la informalidad y del número de trabajadores pobres en este año. Además, esos factores impactarán en la calidad de los empleos que genera la región y podrían prolongar el fuerte impacto laboral de la crisis por la pandemia, dijo Coenjaert.